CRÓNICAS DE LA ÍNSULA
“Gasolinazo y corrupción gubernamental” fue el título de la conferencia de Leopoldo Núñez González, del CIDE, organizada la víspera por Plataforma Oaxaca Solidario.
Con datos duros de la Secretaría de Hacienda exhibió la radical discrecionalidad con que el Ejecutivo federal ejerce el presupuesto de egresos, aprobado por una muy disminuida Cámara de Diputados.
Al final del ejercicio fiscal, lo aprobado por dicha Cámara resulta burlada. Nunca el gasto final del Ejecutivo, que incluye a toda su alta burocracia en las Secretarías, respeta lo asignado en el presupuesto revisado y aprobado por el Legislativo.
Reasignan partidas al arbitrio
Ejemplos de esta arbitraria pero legal dinámica dio a pasto el conferencista.
En un ejercicio fiscal la Secretaría de Salud federal gastó sólo el 90 por ciento de su presupuesto; dejó un 10 por ciento. Eso en una dependencia central para los mexicanos.
Al contrario, en la Oficina del Presidente hubo un sobre ejercicio por más del 300 por ciento de lo asignado.
Al interior de las secretarías, como la de Gobernación, también se da esta práctica: la dependencia para el Control y Confianza de las policías apenas ejerció el 16 por ciento de su presupuesto; en cambio las relacionadas con Comunicación Social más del 200 por ciento arriba.
Van las cifras al vuelo, apenas para darnos una idea de la magnitud de la discrecionalidad o franca arbitrariedad con que se gasta el dinero de los mexicanos.
Pero esa práctica es legal, no tienen que pedir anuencia siquiera del Legislativo, con sólo justificar los cambios de partidas auxiliándose de algún punto del Plan Nacional de Desarrollo.
Esta práctica, de cambiar el presupuesto por el monto que sea, sin límites, sin atender al Legislativo, sin la vigilancia de nadie sólo sucede en México.
Larga e ilustrativa explicación del profesional, para cuestionar la postura presidencial que prácticamente amenaza con hacer recortes al presupuesto si no se aplican los “gasolinazos”.
Leonardo Núñez asegura que todo el tiempo hay recortes, en todos los ejercicios fiscales, dichos recortes pueden seguirse haciendo como hasta la fecha.
¿Unidad nacional en torno a qué?
En estos días en que se pide “unidad nacional”, ante al embate del flamante presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, es preciso hacer un esfuerzo de reflexión.
Atender las voces críticas qué alertan sobre la unidad nacional en torno al presidente Peña, quien si acaso conserva el 12 por ciento de aceptación nacional y que con esta estratagema quiere repuntar.
En cuanto a la Cámara de diputados, no sólo su Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública carecen de sentido, ¿para qué sirve? Incluso todos los diputados. En los hechos son simple oficialía de partes del Ejecutivo.
Pero eso sí, después de que ellos, los diputados de todos los partidos, excepto MORENA, votaron a favor del Presupuesto de Ingresos para este año, o sea votaron a favor de los gasolinazos en contra de los mexicanos, ahora se desgarran las vestiduras, gritan y manotean, llaman a marchar en contra de ellos mismos, de sus graves decisiones.
Neri, Estefan, Karina, demagogos
Como la diputada plurinominal del PRD, Karina Barón, presente en esta conferencia —va a todas desde que cree poder ser Senadora—, quien fustigó al Ejecutivo, claro está, y ofreció luchar en el Congreso contra esta inequidad.
Apenas se da cuenta la fina líder heredera de la dañina UGOCP.
Hay quienes nos ahorcan y después quieren darnos aire con la mano, como Francisco Martínez Neri, José Antonio Estefan Garfias, Felipe Reyes Álvarez y Karina Barón Ortiz que aprobaron los gasolinazos.
Unidad sí, pero en torno a un proyecto coherente; el oportunismo también es de esa seudo oposición que sólo va por simpatías y votos a las marchas para seguir sirviendo a un presidencialismo asfixiante.
Claro, a cambio reciben dietas, viáticos, vales de gasolina, pago de asesores, recursos “moches” para sus campañas.