OAXACA, OAX., diciembre 3.- Ante la inestabilidad política, económica y social que se vive en la región del Istmo de Tehuantepec, los diputados del grupo parlamentario del PRI en la LXI Legislatura local por esa zona, Francisco García López, Rosa Nidia Villalobos González y Elías Cortés López, manifestaron su preocupación ante el riesgo de cancelarse la millonaria inversión del proyecto eólico que promueve la empresa Mareña Renovable.
“Es el proyecto más importante en cuanto a la generación de empleos e inversión, no sólo para el Istmo, sino a nivel estatal y que por desgracia, corre el peligro de anularse ante el clima de inseguridad para invertir que se vive en esta fructífera región, provocado por las constantes amenazas de bloqueos, marchas, plantones y toma de oficinas”, coincidieron los legisladores por Juchitán y Tehuantepec.
Ante ello, unieron sus voces para exigir que el Ejecutivo estatal ofrezca las garantías de seguridad necesarias y no dejar escapar esta y otras importantes inversiones. “El Gobierno del Estado está obligado y es el responsable de brindar estabilidad para atraer más empresas.
“No podemos permitir que continúe esta lamentable inestabilidad política, provocada por los propios aliados del gobierno, quienes se unieron con el único propósito de ganar el poder y proteger sus intereses personales y de grupo. Son quienes histórica y sistemáticamente se han opuesto a éstos y otros proyectos, dañado y frenado el desarrollo de la región del Istmo oaxaqueño”, recalcaron.
La sinrazón vuelve a imperar en estas organizaciones. Es su forma de hacer política de oposición a todo lo que perturbe sus modus vivendi, de eso han vivido siempre, de la extorsión a empresarios y a los propios gobiernos, son organizaciones que dicen defender a las comunidades, pero al final sus dirigentes negocian para favorecerse.
Es por eso que demandaron decisión de parte de las autoridades estatales, porque es momento de que actúen y cumplan con su compromiso de iniciar la construcción del proyecto de Mareña Renovable, porque significan desarrollo para el distrito de Juchitán, para lo cual, tiene que restablecer el Estado de Derecho en esta zona.
“No es posible que una y otra vez se trastoque la actividad económica en el Istmo por la incapacidad y falta de tacto de los operadores políticos para distender los conflictos y construir soluciones por la vía del diálogo y la aplicación del derecho”.
En este marco, acusaron al chileno Carlos Beas Torres, dirigente de la UCIZONI, quien falseando información y mintiendo a los istmeños, aprovechándose de su pobreza y necesidad, los confronta y genera inestabilidad.
“Le exigimos que se abstenga de provocar violencia en esa zona, convocando a diversas organizaciones para que se opongan a estos proyectos. Si lo que reclaman es que se consulte y respete la vida interna de los pueblos, que lo prediquen con el ejemplo.
“Es momento de que el pueblo istmeño viva en paz. Es momento que el Gobierno del Estado actúe y haga razonar a esos reducidos grupos que generan la violencia y trastocan la paz social, sin que nadie les aplique la Ley para castigar esta actitud provocadora, llena de abusos y atropellos.
“No queremos más abandono del Ejecutivo estatal hacia nuestras comunidades. Debe tener la capacidad para poner en marcha acciones que diriman la problemática generada en torno a los proyectos estratégicos del Istmo de Tehuantepec y hacer que organizaciones extrañas saquen las manos de las comunidades istmeñas, sólo generan enconos y violencia entre habitantes”.
Manifestaron también que la empresa Mareña Renovable también tiene responsabilidad en este conflicto, porque no ha sabido informar de su proyecto a la población, por ello, mostraron su desacuerdo con empresas que buscan arreglos en lo obscurito con autoridades municipales o representantes de Comisariados, se malentienden con ellos y los coopten a su favor.
La relación, sus acciones e información de la empresas eólicas con las comunidades, debe ser trasparente para no enfrentarse a la desinformación, solo así podremos combatir el monstruo del chantaje que es alimentado y propiciado, día con día, desde los escritorios de funcionarios del Poder Ejecutivo.