+ El nuevo arzobispo Pedro Vásquez Villalobos pide a las y los católicos “no sentir repugnancia por los enfermos”
OAXACA, OAX., mayo 13.- “¿Por qué tenemos que estarnos golpeando y destruyendo como hermanos? si eso no es lo que quiere Dios”, cuestionó el nuevo Arzobispo de Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos, durante su homilía dominical en la Catedral Metropolitana, donde reconoció que vivimos en un Oaxaca muy golpeado.
También se refirió a las y los enfermos, de quienes dijo que en una visita nunca debe sentirse repugnancia del hermanito enfermo, del ancianito que está sólo, ya que a lo mejor el cuartito donde se encuentra huele mal.
Al dirigirse a las y los feligreses que acudieron a la tradicional misa del mediodía, el arzobispo Vásquez Villalobos les pidió “no fijarse en ese olor”, pues les recordó que “nuestro Señor murió por ti para llegar al cielo y si un vaso de agua damos en su nombre el hecho no quedará sin recompensa”.
Incluso, llamó a compartir el alimento, vestido, tiempo y vida con el hermano necesitado, siempre mirando el rostro del Señor, apoyados en el deseo de ganarse el cielo para llegar a la casa del Padre, hasta donde se encuentra Jesucristo, a la diestra del Padre.
“El infierno no es para nosotros, es para el diablo y sus ángeles, tú no eres servidor del demonio, eres servidor de Dios y los servidores de Dios están en el cielo, conquistan el cielo, se van al cielo, subrayó vehemente el nuevo Arzobispo de la Diócesis de Antequera Oaxaca, que reemplaza en el cargo a José Luis Chávez Botello por edad.
Ante las y los feligreses, Pedro Vásquez Villalobos se mostró satisfecho de escuchar “cómo rezan desde el corazón, verlos y sentirlos que participan con fe en la eucaristía y de los cantos”.
Se pronunció por una eucaristía viva y llamó a participar con ese fervor y responsabilidad en cualquier lugar donde vayan a la santa misa.
“Se merecen un aplauso”, arengó el clérigo y fue secundado por los parroquianos. “Me han ayudado a vivir mi ministerio”, finalizó.