OAXACA, OAX., diciembre 20.- Este jueves inició la cosecha de las diez toneladas de tubérculos que serán utilizados en la elaboración de las figuras artísticas de la tradicional “Noche de Rábanos” que se celebra cada 23 de diciembre, que en esta ocasión celebra su 115 aniversario.
El secretario de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca (Sedafp) Salomón Jara Cruz entregó de manera simbólica a los hortelanos el producto cultivado en una extensión de cinco mil metros cuadrados de los terrenos experimentales del vivero de la Unidad del Bosque “El Tequio”.
Desde temprana hora los horticultores provenientes de los municipios de Ocotlán de Morelos y Santiago Apóstol, Ocotlán, así como de la ciudad capital, iniciaron la cosecha de los tubérculos, mientras que este sábado 22, acudirán los niños.
El servidor público señaló que mediante un convenio con el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez se lleva a cabo el cultivo de este producto que es básico para la elaboración de las figuras que han dado fama a la entidad oaxaqueña en los ámbitos nacional e internacional.
Abundó que en este año se obtuvo una producción de diez toneladas de las variedades Bantederder y Champion, como resultado de la siembra que personal técnico especializado efectuó desde el pasado mes de septiembre.
Detalló que a cada hortelano se le entregan 600 rábanos de tamaño grande (Banterder), 400 de tamaño mediano (Banterder) y dos mil de tamaño pequeño (Champion), a fin de que cuenten con el producto suficiente para la elaboración de su representación artística con la cual participan en el concurso que organiza el Ayuntamiento local.
El titular de la Sedafp señaló que en el concurso están registrados 20 adultos en la modalidad rábanos libre, mientras que 30 adultos y 50 niños se inscribieron en la modalidad rábanos tradicional.
Jara Cruz destacó que esta actividad ha contribuido a la preservación de la tradicional “Noche de Rábanos”, una fiesta que se ha celebrado ininterrumpidamente desde el año 1897.
El origen de esta costumbre y sus diseños originales tienen su arraigo en la víspera de la Navidad, cuando la usanza antigua de los oaxaqueños era asistir a las calendas y a las misas de gallo.
Los comerciantes llevaban a vender en la plaza de Armas de la vieja Antequera el pescado seco salado, imprescindible en las comidas de la vigilia, además de las verduras necesarias para complementar el menú., mientras que los hortelanos de la Trinidad de las Huertas, llevaban sus verduras exponiéndolas en puestos colocados en lo que hoy es el zócalo.
Se le llamó la tradicional Plaza de los rábanos, en donde los cuadros que horticultores y floricultores presentaban se inspiraban, como ahora, en motivos navideños, como el nacimiento de Jesús, la llegada de los Reyes Magos y la diversidad de las tradiciones oaxaqueñas, como la festividad de las mayordomías, días de muertos, bailes y Guelaguetza, entre otros.