Crónicas de la ínsula
Cuando la cabeza está mal, el cuerpo también, reza conocido refrán. Eso sucede en Oaxaca, como el ejecutivo estatal no hace obra, a los presidentes municipales se les hace fácil tampoco hacer. Así Oaxaca entra en un círculo nada virtuoso. Empero, acaba de instalarse una cabeza superior, que es el nuevo presidente de la república, quien quizá con el empuje que trae obligado por las altas expectativas y la abrumadora votación que lo llevó a la silla del águila, pueda motivar a las autoridades municipales.
Huatulco en “manos de atole”
Las historias recientes municipales son desoladoras, entre los peores ayuntamientos podemos ubicar a José Hernández en Huatulco. En ese municipio de la Costa el partido Movimiento Ciudadano, halló el caminito para no soltar la presidencia municipal desde hace 8 años, desde Lorenzo Lavariega, que llegó con el señuelo del cambio y se quedó hasta con el sencillo.
Hoy en Huatulco hay más obras fantasmas que perros callejeros. La población señala obras fantasmas como la pavimentación en Arroyo Súchil, en las comunidades de El Manantial y en Chacalmata. Pueblos que el edil también llamado “manos de atoles” echó a pelear, creando un conflicto donde no había. La gente cambió así su ridículo lema de campaña que fue “Pepe, Sangre Valiente”
Así se manejan las administraciones en municipios de la notoriedad de Huatulco, con caprichos y venganzas tribales. En los hechos, sólo gobiernan para su clientela política. Un municipio importante en el contexto nacional e internacional gobernado por un cacique pueblerino, y por si fuera poco quiso reelegirse. El electorado lo colocó en el cesto de la basura de la historia huatulqueña.
Fausto Díaz en Tlacolula
El gobierno municipal de Fausto Díaz Montes en Tlacolula fue un desastre, con el mayor número de protestas públicas, así como las acusaciones de corrupción. En mayo ciudadanos de Tlacolula marcharon en el centro de la población en protesta por llevar cinco meses sin agua potable. Y algunas colonias por carecer de drenaje y luz.
La policía municipal hizo paros a menudo por la falta de pago y despidos injustificados. El director de esa Policía, Oscar Noé Martínez, respondió ante esas protestas que todo era por orden del presidente de “ajustar” personal. Pero, aunque hizo esos dizque ajustes el recurso ahorrado no se vio en obras o servicios. El candidato de Morena derrotó a Fausto en su intentona reeleccionista, y lo fulminó con un lema definitivo: “Cero corrupción”, directo a la cabeza de ex intelectual, pues
esa mácula fue la impronta de su (des) gobierno.
Raúl Cruz, en Santa Lucía
En Santa Lucía del Camino, Raúl Cruz González se hizo famoso para mal, tuvo salida de caballo brioso y llegada de burro viejo. Por haber iniciado restituyendo servicios como el de la basura, cancelado por su antecesor, para rápidamente dejó tirado de nuevo el servicio.
También continuó Raúl Cruz con el cobro de excesivo de impuestos a comerciantes y empresarios, de manera que en una reunión le pidieron descuentos. Su policía municipal de suyo abusiva empeoró, pues no se habían dado casos como el del ciudadano Seferino Soriano Morales quien fue asesinado en esa cárcel municipal.
Menudearon los escándalos y líos de faldas de Raúl, sin embargo, su esposa Leticia Cruz, quien también ha sido objeto de escándalos acusada de malos manejos como funcionaria, gobernó desde el DIF, aunque no dejó de participar de los escándalos en las redes reclamando las infidelidades de su esposo. Con todo este desprestigio, Raúl Cruz se atrevió a buscar su reelección. Obviamente, perdió.
En pocos días se acaban estas pesadillas municipales, esperemos que no inicien otras, que los órganos de fiscalización federal ahora sí funcionen y los ciudadanos exijan, participen y fiscalicen. La entidad no puede seguir bajo la voluntad caprichosa de esos pequeños tiranos locales.
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