OAXACA, OAX., febrero 3.- Derivado de la explosión ocurrida en la torre de Petróleos Mexicanos en la ciudad de México, el arzobispo José Luis Chávez Botello, hizo el llamado a quienes se encargan de elaborar las obras públicas o afines al desarrollo de la comunidad, a tomar las cosas serias y evitar errores que cuestan la vida de una o más persona.
En conferencia de prensa ofrecida este mediodía, lamentó que decenas de personas murieran por un accidente el cual pudo no haber ocurrido, ante ello pidió solidaridad para las familias que se vieron involucradas en tan lamentable suceso.
Por ello, manifestó que quienes se encargan de hacer las grandes obras no deben dejar pasar un detalle, “porque todo se puede palpar, lo vemos en casa de fraccionamientos, calles, en grandes caminos”, expuso.
Refirió que este tema de la responsabilidad social debe asumirse desde la familia, donde se debe inculcar las obligaciones y tareas que se deben hacer en la comunidad.
En relación al festejo de la cuaresma, Chávez Botello abundó que es vital que se visiten las iglesias cualquiera que sea, para iniciar la vida religiosa que complementa el desarrollo humano.
En ese sentido manifestó que se debe reforzar la creencia de que las procesiones y peregrinaciones son un llamado de Dios para ir por el camino del bien.
¿No le mueven el tapete?
Con motivo de la presencia del obispo auxiliar, Gonzalo Alonso Calzada, cuya ordenación episcopal será el próximo martes en solemne ceremonia a realizarse en el auditorio Guelaguetza del Cerro del Fortín, se preguntó al arzobispo José Luis Chávez Botello, sino le estaban moviendo el tapete, como generalmente sucede con y entre los políticos, respondiendo:
En la iglesia no es así, en la iglesia pueden meterse los celos, puesto que somos humanos, hay una necesidad y la exprese al Papa con razones y dando datos, he presentado al Papa desde que estaba monseñor Oscar, la situación, la extensa geografía que toca a esta arquidiócesis, las comunidades religiosas que requieren un acompañamiento más cercano del Obispo, el deterioro social que preocupa porque la fe cuando se vive limpia y con autenticidad siempre se proyecta en las sociedades para bien.
Y el que esté tan deteriorada la sociedad, para mi es un llamado, no a pelearme con otras religiones, más bien a fortalecer la fe, como los padres de familia que más que andar peleándose con algunos lugares donde sus hijos se desvían, deben formarlos desde su casa y cultivarles valores, por eso esta situación social es una interpelación a la manera de transmitir la fe.
Dijo que la diócesis es extensa con una religiosidad que anuncia tiempos mejores, hay mucho futuro pero a veces lo que falta es la educación cristiana, el alimento más sólido de la formación y de los sacramentos y el Obispo puede ayudar mucho en esto.
La presencia del obispo auxiliar más que “moverme el tapete” es más bien el apoyo para multiplicar el aliento, la cercanía, el estímulo, el sacramento de la confirmación y estimular nuestro paso en el plan pastoral.
El Obispo auxiliar, Gonzalo Alonso Calzada, es originario de la diócesis de Celaya, Guanajuato, y después de su ordenación, le pediremos—dijo Chávez Botello—que disfrute 10 días en su tierra con su familia y con los sacerdotes que por buen número de años estuvieron con él en el Seminario donde fue rector.
Más adelante, Chávez Botello dijo: tenemos que tener una tarea en la familia, en la escuela y en la vida, para restaurar la responsabilidad social. Las autoridades tienen la misión de asegurar los espacios públicos, que no son sólo lugares de reunión y encuentro, sino también las calles, los caminos, las carreteras, pero falta la formación y la educación.
¿El Obispo auxiliar encontrará un clero dividido?
La unidad del presbiterio y de la diócesis, las perspectivas y el interés por el plan es común, no faltará alguien que muestre resistencia como en toda familia donde algún miembro que no le parece lo que la mamá hace o quiere, especialmente en la adolescencia, hace berrinches y puede pasar en toda instancia. Finalizó diciendo: en todos los decanatos se forman grupos de sacerdotes, precisamente para impulsar toda obra de fe.