A RESERVA.- En pleno proceso electoral, Oaxaca se retuerce entre la inacción del gobierno estatal, los entuertos de los habilitados funcionarios públicos, los acuerdos y alianzas electorales y los desacuerdos entre los grupos de poder que danzan frenéticos en estrambóticos y costosos rituales políticos que se desarrollan en lujosos restaurantes, festines privados, hasta las típicas concentraciones multitudinarias donde llevan a la gente como ofrenda, con engaños, dádivas y promesas siniestras a gritar casi con extravío nombres y loas de quienes anhelan el poder político, que a fin de cuentas tiene un signo mayúsculo de pesos.
En esta miscelánea esquizofrénica están todos los actores que de una u otra forma se ensalzan desde posiciones menores o mayores en la coalición –derecha/ izquierda/empresarial/organismos civiles/priistas en receso- que gobierna con el mote del “gobierno del cambio”. Todos con su respectiva cuota en el presupuesto público estatal, ya sea con puestos públicos o prebendas políticas y económicas.
El aquelarre oaxaqueño va subiendo de tono, nadie quiere quedarse al margen de lo que saben pueden alcanzar, ya conocen el camino y las mieles de los brebajes que han aprendido a tragar sin hacer gestos. Ahora es el momento de bailar con el macho cabrío, rendirle culto para obtener más riquezas y poder. Todos contra todos, sonriéndose y metiéndose el pie.
Y es que ahora son más los que buscan el oropel político, ahora también danzan y ofrendan los millonarios empresarios recién habilitados de funcionarios públicos y que decir de los recomendados por el padre putativo; ellos están más cerca del dios astado.
La cúspide del aquelarre fue hace unos días en el templo del cerro de las azucenas donde llegaban camiones y camiones casi todos desde las colonias más pobres de la capital oaxaqueña y municipios conurbados, bajaban cientos, miles de mujeres mayoritariamente, les prometieron comida y una despensa, claro, no hubo acarreo, fue más bien el ” encanto” que todo buen hechizo requiere previo al aquelarre; la magia estuvo a cargo de Benjamín Robles, reconocido por malabaristas y políticos como “cara sucia” ahora con el grado de senador y recientemente declarado interlocutor de la Sección 22 del SNTE, y Jesús Romero de origen istmeño y trasnochado coceista, de afiliación perredista y de afición gobiernista, y que hoy danza en el ritual de la mano de Benjamín “Cara Sucia”.
Ambos han logrado muy convenientemente un convenio de tres círculos donde se leen las cartas y celebran su sagrada alianza en pos de su permanencia y ascenso en el poder político actual y oran por el que viene.
El ritual de las azucenas vio su máxima contradicción cuando en calidad de brujas embelesadas subieron al círculo mayor en una actitud poco clara y contradictoria dos personajes –suegro y yerno-, por un lado el Secretario General de Gobierno y el presidente municipal de Oaxaca de Juárez; hijo prodigo del PRI y panista atípico; Jesús Martínez Álvarez, y Luis Ugartechea Begné, respectivamente, que con paranoia expresaron que Oaxaca vive un proceso de cambio parsimonioso y lento, que es necesario acelerar. Y rían hasta las lágrimas…de Oaxaca.
De locura resultó ver brincar juntos a ritmo de samba, con desparpajo tal que hasta al diablo asustaron, al representante personal del gobernador Gabino Cué Monteagudo, el Secretario de Turismo y Desarrollo Económico, José Zorrilla Diego de San Martín, que aparte de millonario quiere ser presidente municipal, que susurraba –no es lo mismo gritar despóticamente en mis empresas que hacerlo desde el balcón y si es posible con cetro corona-.
Y mientras el millonario tarareaba pisándole la cola al diablo los tres círculos del pueblo lo abrazaban gritando a coro “este año si será el del cambio democrático. Y en el éxtasis, convulsionándose acusaban la criminal burocracia que se extravía en la ineficacia, cuando todos ellos forman parte de esa burocracia. Por eso reían a carcajadas y se burlaban de la gente, quienes les dieron el poder en el aquelarre anterior de 2010, ¿se acuerdan?
Entre el sonido ensordecedor de las bandas, miles de hombres y mujeres bailaban y cantaban, ofrendaban las consignas que los brujos con mágica astucia les enseñaban, la euforia se apagaba y aún no llegaba la torta prometida, el ritual terminaba, los calderos se vaciaban y los hechiceros se frotaban las manos seguros del aquelarre y sus buenos oficios. ¿Será?
Y mientras estos aprendices de Merlín hacían lo suyo el dios astado, desde su pedestal de humo, sonó fuerte su trinche sentenciando a aquellos desleales soberbios que se promueven en espacios personales o de grupo, claro que su poder no llegó al grado de permitirse dar nombres, y en su caso, imponer sanciones, menos aún en pleno año electoral donde cualquiera podría ser aliado o cuando menos no enemigo político.
Además
Ya fuera de la coalición se quedó Movimiento Ciudadano, esperando indicaciones del comité nacional y con la esperanza de sobrevivir con ayuda de MORENA so pena de perder su registro estatal. Por lo pronto los hermanos Bolaños Cacho expriistas, hoy pejistas se desistieron a encabezar la planilla municipal en la capital del estado.
Frente a esta dramática Coalición por el Desarrollo está la involución priista que reaviva cadáveres que andan cual zombis, dejando peste y enfermedad y que solo demerita más a la de por si desacreditada clase política del tricolor. Resulta de vergüenza la aparición mediática de edil municipal en acciones políticas fuera de la ley, promovida desde la autoridad municipal, así como otro pájaro de cuenta que ahora se presenta como mártir político y escritor de su biografía, la que presentará sin escrúpulos con platillos y bombos.
Por lo pronto los nombres que se conocen en la contienda distrital y municipales, dejan mucho que desear, considerando que casi todas las candidaturas estarán en manos de perdedores y una que otra perdedora también.
Falta el partido estatal Unidad Popular (PUP) ¿salvarán estas elecciones? Habrá que ver.