LIBROS DE AYER Y HOY
Absurdas esas encuestas como las de Mitofsky, que a partir de sondeos pretenden disminuir la presencia y aceptación de una funcionaria como Claudia Sheinbaum.
Los métodos que usan no les alcanzan para comprender lo que un niño de cinco años sabría: que ante el gran hacinamiento que hay en una ciudad, los problemas son mayores y el control sobre la población será más difícil. Y que por lo tanto más complejo como se ha demostrado en las grandes capitales del mundo.
El ciudadano obcecado no entiende eso y quiere ser el primero en el que se resuelvan sus problemas.
La zona metropolitana es la de mayor concentración en el país, con más de 20 millones.
Hacer sondeos utilitarios, que tienen como fin bajar el aprecio de un mandatario, es el verdadero propósito de estas encuestas, como la que dio a conocer Mitofsky la segunda semana de mayo para advertir, con aspavientos de algunos medios, que la señora Sheinbaum había descendido al séptimo lugar, de los cinco del ranking que manejan, faramalla que se ha inventado en los últimos tiempos para supuestamente medir el aprecio ciudadano a sus gobernantes.
Es tan efectiva, como para reírse, que en una de las últimas a nivel internacional la encabezaba el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que acababa de dictar la orden de asesinar a todos los delincuentes callejeros.
LA CAPITAL, GRAN CONCENTRACIÓN QUE ASUME LA RESPONSABILIDAD DE TODOS
El abusivo medir de lo particular a lo general ha hecho que cierta ciudadanía que no está acostumbrada al análisis califique toda una estructura a partir de una cosa que le pasó a ella o a alguien cercano.
La muestra dañina no existe. Lo que no sirve es todo. Por fortuna hay personas conscientes y ahí está una encuesta de Reforma en la que el 73 por ciento de las mujeres entrevistadas le dieron el visto bueno a las políticas oficiales sobre el Covid-19.
Hasta intelectuales de derecha entrevistados por Ciro Gómez Leyva reconocieron las decisiones.
La opinión que dieron entrevistados por Mitofsky sobre la jefatura de la CDMX se puede fincar en algunos problemas que han sido comunes en otros países también: falta de insumos, o de médicos y de enfermeras.
Pero aquí se han informado paso por paso las medidas a tomar a partir de los criterios internacionales de la OMS, su aplicación de diversas maneras, lugar y ocupación de hospitales y clínicas; llamados permanentes a estar en casa y guardar la higiene; prohibición de concentraciones masivas y cierre de tiendas no indispensables; sanitización permanente en medios de transporte, cuya capacidad se ha reducido en el particular y el público, y otras medidas que son repetidas a diario con añadidos de los nuevos datos.
Se da a conocer sobre los apoyos económicos y alimentarios con sus respectivos lugares. Quien no se informe e investigue, no puede llamarse desinformado.
Es como aquel estribillo de obligatoriedad: la ignorancia de la ley no exime su cumplimiento. Otra cosa que hay que reconocer en las autoridades de la CDMX es la prudencia para no endurecer medidas, mucho menos aplicar sanciones.
UN MUNDO DE LOCOS, SIMULADORES Y CUERDOS EN UN PAÍS DE MARAVILLAS
¿Que similitud hay en este país y en todos los del mundo con el largo y mágico sueño que tuvo una niña? ¿En qué momento fue que la claridad apareció en la mente de los estudiosos para descifrar toda la estructura de la obra de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas? (Editores Mexicanos Unidos S.A, 2016).
En un mundo que descendía del romanticismo y entraba a pasos breves al realismo, los grandes poetas, los estudiosos, la influencia de Charles Darwin, abría los ojos para ir poniendo en su lugar a cada uno de los personajes de la obra, aparentemente absurdos, para darles el lugar que ocupaban en una realidad convulsa que se alejaba de la postración de la era victoriana.
Y así, cada intelectual de la época fue reconociendo en el libro a los personajes, a los nobles, a la monarquía abusiva que creía que era la única que podía gobernar y a la miseria en la que se encontraba Inglaterra en la que 85 por ciento de su población estaba en la pobreza y la pobreza extrema.
Enriquecida por personajes como Charles Dickens, Alfred Tennyson, Robert L. Stevenson, Rudyard Kipling y otros, la vida se abría a otra dimensión con las obras de estos escritores que abandonaban el sueño dorado de lo romántico para ofrecer en sus obras lo que era realmente su país.
Con la muerte de la reina Victoria que todavía dio una exhalación hacia el siglo XX (1901), ya se entraba a un espacio abierto y las doctrinas de Marx y otros grandes pensadores que vivieron en el siglo anterior se manifestaban prodigiosas para crear revoluciones. Una fue la nuestra y otra la de Octubre, en Rusia.
Podemos esperar entonces que la gran tragedia que vive el mundo en este momento se manifieste en un cambio que ofrezca diversas perspectivas a la humanidad.
En el final de ese cuento prodigioso, Lewis, aquel reverendo tan complejo que murió en 1898, deja un mensaje de aliento y de esperanza que muy bien se puede aplicar en esta etapa oscura que nos afecta. Leamos el libro