OAXACA, OAX., mayo 9.- El presidente de la Comisión Permanente de Derechos Humanos del Congreso del Estado, Pavel López Gómez, calificó a la administración del edil capitalino, el panista Luis Ugartechea Begué, como represora y violatoria de las garantías individuales.

El representante popular de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo (PT) cuestionó la falta de sensibilidad y la ausencia de protocolos de actuación de los inspectores de comercio en la vía pública, al desalojar con lujo de violencia a dos expendedoras de comida en la calle Los Libres, la tarde de este jueves.

Aun cuando admitió que el comercio en vía pública debe ser normado, López Gómez lamentó que una vez más la administración de Ugartechea Begué, se distinga por violar las garantías individuales elementales.

“Es lamentable y condenable que la administración de Luis Ugartechea se pretenda lavar las manos y diga que aplica la ley, con operativos contra el comercio informal, por denuncias ciudadanas y con lujo de violencia, a golpes y empellones, tres inspectores retiren a dos mujeres y les tiren su comida”, señaló.

Del mismo modo, el Legislador reprobó que los funcionarios públicos del empresario Ugartechea Begué se burlen de los derechos humanos al alardear que gozan de impunidad si son denunciados ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), que dirige Arturo Peimbert Calvo.

Este jueves, con lujo de violencia, tres inspectores de Comercio en Vía Pública del Municipio de Oaxaca de Juárez, retiraron el puesto de comida ubicado en la calle de Libres esquina con Constitución.

Durante el presunto operativo, los funcionarios municipales, agredieron a las mujeres que expenden en el lugar, además de robarles el dinero obtenido.

De acuerdo con las mujeres, los inspectores se identificaron como Miguel Ángel Trejo y Pascual Alejandro Torres, pero no portaban identificaciones oficiales. Sólo dijeron que tenía instrucciones de las más altas autoridades del Ayuntamiento capitalino.

Tras tirar al suelo algunos alimentos, subieron a la camioneta una canasta con chiles rellenos y milanesas.

Las vendedoras les advirtieron que acudirían a poner su queja a la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), pero con toda impunidad los inspectores respondieron que no les importaba puesto que no les harían nada.