Libros de ayer y hoy
Con once gubernaturas ya cimentadas, la mayoría simple en la cámara de diputados, casi el control total de los distritos en el sureste y todos los triunfos que se le adjudican de los miles de puestos que se votaron, nadie puede negar el triunfo de Morena.
En la misma medida que se reconoce el avance de los opositores producto también de un alzamiento en movilización, aunque se siga viendo como la búsqueda de un regreso que no tiene una justa carta de presentación. El pasado pesa.
Hay que pensar, además, que nada es perfecto a nuestros deseos, nada se acomoda a lo permanente. Pero mucho queda de lo que se predica y se concreta en actos. Los triunfos indiscutibles de Morena en estas elecciones del 6 de junio son parte de una lucha de muchos años y décadas.
Algunos le dan el beneplácito total a Andrés Manuel López Obrador, pero él mismo es un integrante de esas luchas múltiples de gente, que se vienen arrastrando de siglos y que no cambian de nombres, la justicia, la igualdad, los muchos derechos que se han demandado y que ahora están reconocidos.
Lo que queda en la triste historia de estos comicios es la violencia que se ensañó contra funcionarios y candidatos. Violencia y muertes que evidencian un pasado que dejó su huella y del que los que ahora resurjan, tendrán que responder.
Entre el voto fiel, el útil y el volátil, se definió la elección
En los resultados de la elección en alcaldías, pesa el voto injusto a la actual jefatura de la CDMX, sin que se midieran en esa expresión los muchos avatares por los que ha pasado esta zona del país, el golpeteo violento de la pandemia, más grave que en la mayoría de las entidades y la apabullante población que abusivamente se suma la que manda el Estado de México.
Hubo ineficacia quizá en algunas alcaldías, pero la pérdida de varias de ellas es alerta que ha puesto a Morena en el terreno de la discusión. A todas las fuerzas contendientes las signó el tipo de voto que más se ha extendido en los comicios mexicanos, el voto fiel, llamado voto duro, el útil que privilegia lo que se considera mejor de acuerdo a la concepción del votante y la medida de partido y sus candidatos y el volátil de un elector utilitario que solo busca lo bienhechor de un mecanismo del que no está muy convencido.
A medida que los días pasen se irán analizando desde muchas perspectivas y vertientes los resultados masivos que dio esta elección. Y habrá que ver si esa unidad tan extraña que se dio entre el PAN y el PRI sobre la cual no debería sorprender por sus muchas coincidencias, se prolongará ahora que tienen otro pedazo de pastel. Y si la actual dirigencia del PRI, cuyo dirigente Alejandro Moreno Cárdenas que está sometido a investigación continuará al frente.
Hay dudas si los que se fueron verán la forma de incrustarse de nuevo. Si el PAN continuará en la defensa de personajes cuestionados y señalados por la ley como Cabeza de Vaca y la presencia ignominiosa de Felipe Calderón.
Entre deslindes comiciales, se conmemorará a López Velarde
¿Qué pensaría Ramón López Velarde si supiera que su estado estará en manos de Morena? Los anocheceres fríos que suele causar la lluvia de junio, fueron los que causaron quizá, aquella terrible pulmonía que llevó a la tumba al poeta de Jerez, Zacatecas, el 19 de junio de 1921.
Hace pues, cien años que murió el autor de la Suave Patria, narrador, cuentista, que solo tenía 33 años. Como un augurio había escrito su poema 33, una premonición de que moriría a la edad que se le atribuye a Cristo.
A partir del 7 de junio, el Colegio Nacional, rinde homenaje al poeta, que durará hasta el once este mes en el que participarán destacados poetas y escritores. El acto está presidido por el escritor Vicente Quirarte.
Recuerdo que por allá, en la época de Echeverría, se le quiso denominar a López Velarde, el poeta nacional como en otros países, con Pushkin en Rusia, Rimbaud en Francia, Boccaccio en Italia, Burns, en Escocia, etcétera, pero Quirarte es enfático.
Decir que es poeta nacional es limitarlo porque él es algo más. Lo califica en ciertos sentidos como un poeta universal “Y es un poeta que va más allá del rescate de los temas provincianos. Da a la provincia su lugar universal que le corresponde, pero además descubre esto que planteó Villaurrutia: las ondulaciones de la conciencia humana entre el deseo y la realidad, entre la pasión en espíritu, entre la carne y el alma. Ese enfrentamiento hace que su poesía sea tan atractiva y revolucionaria”.
Por varios días y quizá por todo el año, el espíritu del hombre que enalteció tanto a la patria con su poesía, nos acompañará. Bella y brillante compañía, en el año que ha sido señalado como el de la Independencia. Hoy, dos versos alternos de
HERMANA, HAZME LLORAR
Fuensanta: dame todas las lágrimas del mar. Mis ojos están secos y yo sufro unas inmensas ganas de llorar. Fuensanta: ¿tú conoces el mar? Dicen que es menos grande y menos hondo que el pesar. Yo no sé ni por qué quiero llorar: será tal vez por el pesar que escondo, tal vez por mi infinita sed de amar.
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.