EXPRESIONES.- ¿Y cómo estarlo señor Gobernador?…. La sinceridad manifiesta de Gabino Cué Monteagudo a casi 3 años de haber empezado lo que se llamó el Gobierno del Cambio y que llegó con grandes expectativas luego de haber sacado al PRI del poder a través de una alianza “sui generis” entre partidos de diferente filiación e intereses políticos, hoy ante la sinceridad gubernamental se deduce que el cambio no funcionó más que para ganar una elección y no para gobernar con atingencia y resultados.
Desde la integración de su gabinete, Gabino Cué Monteagudo dio las primeras muestras de incongruencia política al no cumplir con los requisitos para integrarlo de varios de sus funcionarios; del mismo modo se puso de manifiesto la nada pulcra manera de fomentar “poderes tras el trono” en personajes muy polémicos como el ahora senador Benjamín Robles Montoya, apodado el “Cara Sucia” (por algo será), y por el inefable Jorge “Coco” Castillo que se convirtió en el “coco” de quienes tenían la responsabilidad de manejar la política interna del Estado.
De esa forma empezaron las renuncias, siendo las de más resonancia las de los secretarios de Gobierno, Irma Piñeyro Arias y Jesús Martínez Álvarez, este último alegando falta de confianza del primer mandatario.
Sin embargo, las fallas, los errores y las “grillas” no han sido sólo en el terreno político, sino también en la efectividad en el desempeño de los cargos, como quedó de manifiesto en SEDAFPA, IEEPO y Finanzas; y como sigue siendo en Economía y Turismo, en la Secretaría de las Infraestructuras y no se diga en la PGJE y Seguridad Pública.
El Gobierno del Cambio parece no tener ni pies ni cabeza, cuestión que hace sobresalir los problemas que hoy padecemos en materia de educación, seguridad, crecimiento de la violencia y del delito, factores que generan incertidumbre y que nos crean un presente y un futuro muy adverso para los oaxaqueños.
La huida de inversiones, el aumento de feminicidios, los ataques a periodistas, el crecimiento de la extorsión, del narcomenudeo y el narcotráfico, la ineficacia de las instancias defensoras de los derechos humanos y de la equidad de género, la falta de empleo y de liquidez operativa, todo conforma un clima de inseguridad y desconfianza que lastima a todos los oaxaqueños.
El que no esté satisfecho con la gestión del Gobernador del Estado, no debe quedar en lamento, sino en una necesaria y rápida reacción que encauce el rumbo de este gobierno, so pena de ser enjuiciado severamente por el pueblo que le dio la oportunidad a través del voto y que creyó en él.
Oaxaca de Juárez, Oax., lunes 12 de agosto/2013
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