Libros de ayer y hoy
En la polémica en torno al regreso presencial a clases el próximo 30 de agosto, los que tienen la última palabra son los padres. Las otras partes, el gobierno, los maestros desde su sindicato nacional el SNTE con su sección opositora la CNTE, expertos y la ciudadanía en general, son meros opinantes.
De importancia desde luego. Es cierto que el gobierno es el que está convocando y poniendo todas las condiciones para que ese regreso sea seguro y adecuado, pero la opción real ha sido dejada abierta y solo vendrá de las familias.
Es determinante recalcar esa toma de decisiones, porque las espadas desenvainadas ya están a la vista y ya se conoce la ligereza de los opositores.
No siempre hay contextura en juicios ni una verdad investigada y eso lo hemos visto y está expuesto con pelos y señales, desde aquel día, el año anterior, cuando multitud de medios declararon muerto al señor José Kuri.
Esa carga de veleidad no ha sido superada y se ha visto de muchas maneras en otras ocasiones. Una tajante es la responsabilidad que le echan al gobierno federal por los muertos del Covid-19, en especial al epidemiólogo Hugo López Gatell, cuando conocemos la historia mundial en todos los países, y el avasallante avance de un virus que no cede.
La UNICEF por clases. Acusaciones temerarias de líder de la CNTE
Desde el mes de junio el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en México, ha sostenido que es importante que la niñez regrese a clases presenciales.
El regreso puede mitigar los efectos del encierro y ser factor de eliminación de muchos problemas que se han acumulado en este tiempo como la violencia familiar y los embarazos adolescentes.
Hay que considerar que han estado encerrados más de 25 millones de niños de educación básica y más de cinco millones de alumnos de educación media. Ante esa propuesta, la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE) se ha opuesto y tiene en marcha una encuesta.
Uno de sus líderes, Javier Saavedra de la sección 7 de Chiapas, ha rebasado límites en las opiniones al respecto, al acusar al gobierno de irresponsable “que quiere llevar a los niños a clases para que se contagien”.
Por su lado el SNTE acepta la propuesta gubernamental de regreso a clases con todas las medidas y opción de decisión de los padres.
Con el anuncio del regreso se han puesto en marcha los arreglos en los centros de enseñanza y aplicado las condiciones para todo tipo de higiene,.
La propia UNICEF ha participado en eso con instalaciones de centros de lavado de manos y otros apoyos.
Caminito de la escuela
apurándose en llegar
Posición delicada la de los padres, porque están entre dos opciones
La opinión de expertos es en el sentido de que el encierro tan prolongado puede afectar a los niños. Eso se ha venido repitiendo desde el año anterior, cuando ya empezaban a darse los primeros síntomas de un desencuentro con la permanencia obligada en las casas.
Quizá eso justifique el que los padres saquen a sus hijos a centros vacacionales, a parques, tianguis y a otros sitios en pleno despunte de una tercera ola del virus.
Es lo que se les está criticando ante la reserva de muchos de ellos por el regreso o que quizá se sienten presionados para que sus hijos vayan a clases presenciales.
El gobierno por su parte, ha rechazado públicamente la carta de corresponsabilidad de los padres que surgió desde la SEP, con la que dice no estar de acuerdo.
Son los padres en todo caso, los que deben de decidir, ya que las clases en línea continuarán. Mientras eso sucede, se anuncia que solo dos de los libros de texto gratuito de los 18 que se entregan, estuvieron listos para esta ocasión, Seguirán los anteriores en función.
Esperemos que los que regresen se cuiden como debe de ser, asesorados por maestros y responsables y que no les pase como al de la Mochila azul:
La de la mochila azul, la de ojitos dormilones
me dejó gran inquietud y bajas calificaciones.
Ni al recreo quiero salir, no me divierto con nada.
No puedo leer ni escribir, me hace falta tu mirada.
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.