Periodistas Unidos
Para el gran Rodrigo de la Riva
Lo ha dicho con todas sus letras el Premio Nobel de Literatura (2010), Mario Vargas Llosa: “soy escritor pero también soy un ciudadano”. Y tiene cabal razón, por eso aparte de criticar una de sus más recientes obras, como: Las cinco esquinas, lo fundamental es hacerle precisiones a este individuo que participa continuamente en política.
En los documentos que dieron a conocer los miembros del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, siglas en inglés), aparece nuevamente Mario entre quienes utilizan diferentes paraísos fiscales con el fin de ocultar sus ingresos o no pagar los impuestos que debe en las naciones donde vive.
Ya lo habían mencionado en los Papeles de Panamá, sin que su deslinde fuera tan atrevido como su verbo. Y ahora nuevamente se le menciona en los Papeles Pandora.
De inmediato salió a defenderlo su editora, Carmen Balcells, tratando de señalar que en ocasiones los ingresos por derechos de autor van de un lado a otro. Puede ser. Aunque desgraciadamente en muchos países, México en buena medida, los que deberían pagar impuestos no lo hacen. Por eso la señora Raquel Buenrostro, encargada del SAT, ha dicho que ha cobrado centenas de millones de pesos de consorcios como Walmart y Femsa, este último produce lo que motejó como “las aguas negras del imperialismo yanqui”, el mismísimo Che Guevara.
Pero regresemos con Marito, a quien le dicen así algunos amigos.
En 1987 se enfadó con Alan García porque el entonces mandatario peruano estatizó los bancos. Ante lo cual el nacido en Arequipa, dijo que eso “lesionaría el sistema democrático”. Incomprensión de quien era muy latinoamericano.
Ello lo llevó a postularse en 1990 a la presidencia de la República de un país con 30 por ciento de indígenas, de 30 millones de personas entonces.
Su Frente Democrático no pudo obtener el 50 por ciento más uno de los votos y en la segunda vuelta compitió contra Alberto Fujimori, quien empezó con un minúsculo grupo, Cambio 90. La gran sorpresa fue que en esa ocasión al que apodaban El Chino, le sacó casi 20 puntos de ventaja al escritor.
En la contienda, dicen periódicos limeños, Vargas Llosa erogó varios millones de dólares y Fujimori menos de la décima parte de Mario. ¿Quién financió al escritor? Misterio.
En 1993 apareció: Pez en el agua, donde Vargas Llosa contaba sus penurias en una campaña para la que no estaba preparado, no obstante la ayuda de muchos hombres de empresa y financieros.
Fujimori está en la cárcel por varios delitos. Pero en sustitución de él apareció su hija, Keiko, del mismo apellido. La cual participó contra el actual mandatario, Pedro Castillo, un aparente populista que lo mismo habla de nacionalizaciones de compañías que tiene influencia evangélica.
Curiosamente, Mario y su hijo Álvaro, apoyaron a la señora Keiko que asimismo tiene cuentas pendientes con la justicia. Y el escrito de: La fiesta del chivo- una de sus excelentes obras como Conversación en la catedral y La guerra del fin del mundo-, dijo que de ganar Castillo llevaría a Perú a la “catástrofe”. No ha sido así.
Hace años estuvo Vargas Llosa en México, donde en un encuentro de Vuelta, con Octavio Paz (septiembre de 1990), había señalado que el PRI era “la dictadura perfecta”. A las pocas horas salió del país sin decir por qué. Carlos Salinas se carcajeó.
Ahora, en su reciente visita a la nación mexicana, salió con dos expresiones fuera de serie. Dijo que Andrés Manuel López Obrador se iba a reelegir, a como diera lugar, sentencia negada por el tabasqueño. Además señaló que en todo el mundo se necesitaba el “voto inteligente” de los ciudadanos, inconcebible en pleno Siglo XXI.
Cuando recibió el Premio Nobel de Literatura, Mario dijo: “Espero que me lo hayan dado por mi obra literaria y no por mis ideas políticas”. Lo cual muestra que en ocasiones los galardones, de cualquier tipo, no corresponden al trabajo que se reconoce.
Mario Vargas Llosa, buen escritor y mal político, sin duda, aunque debe aclarar su situación fiscal.
Jorge Meléndez Preciado
Periodista de hueso colorado y Director de Periodistas Unidos. Estudió Economía en la UNAM y realizó estudios en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú (1969-70). Militó en el Partido Comunista Mexicano (1972-81) y fue diputado federal suplente de Gilberto Rincón Gallardo en 1977. Cuando desapareció el PCM decidió ya no militar en otros partidos. En 1975 impulsó la Unión de Periodistas Democráticos (UPD).
Colaborador desde el 29 de junio de 2021.