EXPRESIONES.- Nadie lo duda ahora. La Sección 22 tiene avasallado al gobierno de Gabino Cué Monteagudo.
Este ha reconocido que no tiene la capacidad administrativa, ni política (agrego yo), para despedir a los más de 70 mil maestros de la Sección 22 de la CNTE y mucho menos cuenta con la posibilidad de sustituirlos a todos en las aulas.
Los líderes del magisterio bien que lo saben, y de ahí su prepotencia y su decisión de prolongar el paro indefinido y sus movilizaciones en el Distrito Federal.
A ellos les vale y por eso negocian con el sartén por el mango, logrando que tanto el Gobierno estatal como el federal no los sancione ni les apliquen descuentos por las más de seis semanas perdidas de clases.
El sometimiento es evidente y por eso aún no hay fecha de inicio de clases en la entidad.
En aras de no dejar a Oaxaca como un Estado fallido, la Secretaría de Gobernación negocia una salida, pasando incluso sobre la recién estrenada Ley docente, que sólo en boca del Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, suena como ley, mientras el gobernador Gabino Cué negocia bajo el amparo de la Segob.
¿En qué va a terminar todo esto?
En lo mismo de siempre: la Sección 22 ganará tiempo para reorganizarse y seguir manteniendo su reinado en Oaxaca; las clases iniciarán quizá en esta semana; los maestros harán como que recuperan el tiempo perdido; el gobierno les pagará y les concederá caprichos, como esa farsa de la “Comisión de la Verdad”, que Flavio Sosa, el que incendió Oaxaca en el 2006, se saca de la manga para calmar los ánimos de la violenta y anarquista APPO que quiere resurgir.
¿Cuánto le cobrará Flavio Sosa y sus aliados del PAN y PRD a Gabino Cué por el favorcito en el Congreso del Estado?
Está claro que el menjurje político en Oaxaca continuará.
¿Por cuánto tiempo más?
Esa es la gran pregunta.
Oaxaca de Juárez, Oax., lunes 30 de septiembre/2013
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