Periodistas Unidos
Ya llegó la cuarta ola del Covid- 19. A pesar que son millones los que han muerto por esta pandemia, hay quienes simplemente no han tomado las previsiones para evitar enfermarse.
En algunos países, no obstante el programa Covax de la ONU, no han llegado los biológicos para vacunar a la gente de las naciones más pobres y carentes de recursos para adquirir los medicamentos. En otros, inexplicablemente, hay negligencia, valemadrismo o ignorancia supina para inyectarse y prevenir la enfermedad o evitar contaminar a los otros.
Es lo que está ocurriendo en países como Austria, Alemania y otros de Europa. Aunque ya sabemos que la ola trumpista, cada vez más fuerte y extendida en Estados Unidos, está en contra de la prevención del SARS-Cov- 2, ya que afirma: cualquier aguja en su cuerpo es para implantarles un chip (sic que se asombra de la idiotez).
El manejo de su cerebro ya está dado por las teorías terraplanistas, las zafiedades de Donald Trump y los manejos de las redes a cargo de Marck Zuckerberg y otros hoy supermillonarios de la era digital.
Frente a este panorama, es importantísimo leer un librito de Slavoj Zizek, titulado: Pandemia. La covid- 19 estremece el mundo (Cuadernos Anagrama), que va en su quinta edición.
El autor esloveno de una treintena de obras entre las cuales se encuentra una antología del gran psicoanalista Lacan, y otro en donde reivindica el comunismo, titulado: La vigencia del Manifiesto Comunista, la teoría más implacable contra el capitalismo anterior y actual.
En la página 19, del texto mencionado inicialmente acerca del Covid -19, Zizek dice: “La única manera de salir de esta encrucijada es la confianza mutua entre la gente y los aparatos de Estado, y eso es lo que brilla por su ausencia en China”.
En la 45 leemos: “Pero quizá se propague y con suerte nos infecte otro virus ideológico muchos más benéfico: el virus de pensar en una sociedad alternativa, una sociedad que vaya más allá del Estado- nación”, algo que no ha sucedido; al contrario, las restricciones en los viajes, las pruebas múltiples para salir o entrar y las vigilancias mayúsculas están a la orden del día.
Citando a William Huton, dice: “En la actualidad, sin duda está agonizando cierta forma de globalización de libre mercado y desregulada, con su propensión a las crisis y las pandemias”. Aunque no está naciendo algo diferente, cambiante para todos, sino un refuerzo de las ganancias y una reducción de las clases medias, el empobrecimiento de millones y un pequeño grupo de multimillonarios que ya se quieren ir al espacio supuestamente para salvarse, aunque su utopía será fallida, digo yo.
En la página 134 encontramos lo siguiente: “nuestros medios de comunicación prácticamente no hablen de otra cosa que el coronavirus no se basa en hechos neutrales, sino claramente en una opción ideológica”.
Cita al psicoanalista Gabriel Tupinamba, quien asegura: “la gente que ya trabaja en casa son los que sufren más ansiedad, y están expuestos a las peores fantasías de impotencia, puesto que ni siquiera un cambio en sus hábitos delimita la singularidad de esta situación en sus vidas cotidianas”.
Y obviamente recuerda a Lacan, quien plantea que entre la realidad y lo real hay diferencias, pues la realidad es la realidad externa, nuestro espacio social y material al que estamos acostumbrados y dentro del cual somos capaces de orientarnos e interactuar con los demás, mientras que lo real es una entidad espectral, invisible y por esa misma razón de apariencia todopoderosa”.
Justamente en esta última vivimos y, desgraciadamente, coexistiremos más tiempo de lo planeado, aunque en el texto de Zizek: Pandemia. La covid-19 estremece al mundo hay algunas cuestiones para salir adelante en esta terrible pandemia que va para largo.
Recomendable en todos sentidos su lectura.
Jorge Meléndez Preciado
Periodista de hueso colorado y Director de Periodistas Unidos. Estudió Economía en la UNAM y realizó estudios en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú (1969-70). Militó en el Partido Comunista Mexicano (1972-81) y fue diputado federal suplente de Gilberto Rincón Gallardo en 1977. Cuando desapareció el PCM decidió ya no militar en otros partidos. En 1975 impulsó la Unión de Periodistas Democráticos (UPD).
Colaborador desde el 29 de junio de 2021.