Utopía
En unos cuantos días empezó a generalizarse el uso de la tesis –de alguna manera hay que llamarle– respecto a que el presidente Andrés Manuel usa la iniciativa de ley reforma electoral que requiere mayoría calificada por implicar una reforma constitucional, como “cortina de humo”, para distraer el debate nacional sobre los “grandes problemas nacionales”. Ojalá y tal práctica indispensable existiera y no la cadena de adjetivaciones y aun insultos personales que inauguró Héctor Aguilar Camín.
Fue a Jorge Germán Castañeda –socio intelectual y mercantil de Aguilar– al primero que leí aquella tesis en un artículo que difundió vía Twitter. Allí explica su coincidencia con Macario Schettino –denominado por sus detractores “cretino”–, es decir la muy enraizada práctica del club de los elogios mutuos.
Cierto es que Marko Cortés, el exdiputado que administraba los moches en San Lázaro y presidentito de la principal fuerza política opositora a López Obrador, descalifica las iniciativas presidenciales con la cortina de humo. Destacan también Xóchitl Gálvez, Kenia López y la sobrina de Felipe Calderón, Mariana Gómez del Campo, quien defiende los intereses políticos de Margarita y Felipe.
Mas el cuarteto blanquiazul lo hace de manera casi mecánica, mientras que Castañeda Gutman, el fracasado estratega de Ricardo Anaya en su guajiro sueño presidencial de 2018, empresa que busca repetir en 2024, lo adorna y expone mejor.
Ahora tocó el turno a Alejandro Moreno, también conocido como Alito y a quien los intelectuales orgánicos denominaban “Amlito” porque se aliaría a AMLO e incluso para vaciar al Revolucionario Institucional y absorberlo en el partido guinda. Y nadie se disculpa aún por expresar reverenda tontería en los canales del consorcio de Emilio Azcárraga III.
Moreno Cárdenas no siente ya lo duro sino lo tupido de las grabaciones que circulan en las redes para exhibirlo como un gran extorsionador de proveedores, con un estrecho lenguaje, el uso y abuso del pene en la boca, pero sobre todo por las investigaciones ministeriales con las que, anuncian, demostrarán que los ingresos legales que obtuvo como gobernador de Campeche y en toda su trayectoria pública son muy inferiores que los bienes e inmuebles que acumula, incluidos presuntamente dos diarios.
La noche del miércoles 11 lo entrevistó muy a modo Azucena Uresti, en el Canal 6.1 y la destacada periodista se exhibió sin ninguna necesidad aparente como entusiasta partidaria de Va por México (PAN, PRI, PRD y algunos plutócratas). Felicidades por divorciarse de la generalizada simulación que practica la crema y nata de los famosos y muy enriquecidos de los medios convencionales.
Allí, el político del rostro juvenil a los 47 años cumplidos en abril pasado, repitió hasta el cansancio la tesis de Schettino-Castañeda para eludir la respuesta puntual a los generalizados cuestionamientos y denuncias en las redes sociales por sus prácticas corruptas. “Es para distraernos del debate sobre los grandes problemas nacionales”, repitió como si se tratara de un rosario.
Llegó Moreno Cárdenas al extremo de defender que la corrupción durante el gobierno de Enrique Peña, quien lo hizo gobernador, no era un asunto de partido o institucional sino de personas físicas concretas. Ofreció el triunfo presidencial de Va por México en 2024, pero fue absolutamente incapaz de hacer un pronóstico de las gubernaturas en juego para el próximo mes. Cínico, corrupto y mitómano. Y al más arcaico estilo priista.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.