Utopía
Dos semanas después de lo que denominan “eventos” violentos en Ciudad Juárez, Chihuahua; tres de las cinco ciudades de Baja California; dos municipios de Jalisco y tres de Guanajuato, además de Colima capital un poco más tarde, persiste la ruidosa batalla política de las oposiciones empresarial, mediática y partidista, en ese orden de importancia, por presentar a lo que no se llama república mexicana como el país con un gobierno desbordado por la violencia criminal, en llamas en los 32 estados de la Federación.
Hasta el embajador Ken Salazar, con sus arrebatos de procónsul del imperio de las barras y las estrellas en paulatino pero persistente declive hegemónico, entró a la disputa el jueves 19 por la percepción ciudadana con la afirmación-emplazamiento-orden (o como usted guste llamarlo): “Es momento de resultados” en materia de seguridad pública y la población mexicana “merece vivir sin miedo”. Por lo visto la estadunidense no, ella puede vivir insegura en centros escolares, comerciales y de recreación, sitios predilectos para los asesinos que actúan un día sí y otro (casi) también.
Por eso el presidente Andrés Manuel le respondió desde Tijuana al amigo de Joseph Biden, que su gobierno no manda advertencias a los mexicanos para que no viajen a Estados Unidos, aunque en ese país se den lamentables hechos de violencia, como tiroteos o agresiones. Y le explicó, sin mencionar a Ken Salazar por su nombre, que entiende y respeta mucho a las autoridades estadunidenses, “y desde luego quiero mucho al pueblo estadunidense, pero somos distintos, son concepciones distintas, por eso somos países independientes y por eso debemos respetar nuestras soberanías”.
Y frente a los desplantes intervencionistas que mucho promueven las oposiciones aztecas hasta el punto de pedir a la Casa Blanca y la Organización de los Estados Americanos que intervengan en México más y mejor, fue presentado el informe del gabinete de seguridad correspondiente a julio de 2022, aunque como siempre mezclado con cifras comparativas por semestre y hasta por los 43 meses del gobierno de la Cuarta Transformación, lo cual no pareciera riguroso.
El dato básico brindado por Rosa Icela Rodríguez es que durante los casi cuatro años del presidente Andrés Manuel, los delitos federales disminuyeron en 29.3%, cifra sin duda importante pero lejana de los compromisos de campaña en 2018, donde las promesas rebasaron a los candidatos. En tanto que los homicidios dolosos bajaron 10.4% el mes anterior.
La secretaria Rosa Icela expuso que seis entidades concentran casi la mitad de los asesinatos (49%): Guanajuato (gobernado por el PAN desde 1991), Michoacán (Morena desde hace meses), Baja California (Morena hace 2.3 meses), estado de México (PRI desde 1929), Jalisco (MC hace cuatro años) y Chihuahua (PRIAN desde siempre). En los delitos del fuero común, explicó, hubo una baja respecto al 2021. El robo total disminuyó 23.4% en comparación con diciembre de 2018. Y con 54 casos registrados en julio pasado, el feminicidio tuvo una baja de 51.7% respecto al máximo histórico de agosto de 2021. Sin embargo, el feminismo anti Cuarta Transformación lo desconoce porque a su juicio se cometen 13 cada día.
Julio fue el mes con menos secuestros desde que hay registros oficiales, con 35 víctimas. Por supuesto que la amiga de Genaro García Luna y Felipe Calderón, la corrupta María Elena Morera, jura lo contrario.
Porcentajes y cifras que confirman que “Abrazos, no balazos no significa que nos crucemos de brazos” (Rosa Icela dixit), como lo acreditan los decomisos sin precedente en armas de fuego, fentanilo, cocaína, laboratorios…
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
