Utopía
Buena noticia para los derechohabientes y el sector salud podría ser la anunciada por el presidente Andrés Manuel, en la mañanera del martes 27, en torno a la recuperación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de manos de las “mafias que lo controlan”.
Saturado de información y juicios el llamado diálogo circular, como la firme voluntad política presidencial de conducir hasta sus últimas consecuencias, pese a fuertes presiones en sentido opuesto, la investigación sobre el crimen de lesa humanidad en Ayotzinapa, Guerrero, hace ocho años. O bien el ejercicio participativo que organizará la Secretaría de Gobernación y un consejo ciudadano para recabar opiniones ciudadanas sobre la permanencia o no de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028, misma que legisladores de la oposición denuncian como ilegal y hasta inconstitucional presión sobre los senadores, los mismos que se incomodan siempre que se les saca de su zona VIP, aunque la mayor parte de ellos son plurinominales, sin votos propios sino de sus partidos.
Del ISSSTE –fundado el 30 de diciembre de 1959 por el presidente Adolfo López Mateos– platicamos porque aquí, en Utopía, no es obligado montarse en la coyuntura que obliga a dejar de lado temas que afectan a millones de trabajadores del Estado que desde hace 36 años los padecen, en medio de un proceso de privatización y subrogación de múltiples servicios a empresas privadas vinculadas o propiedad de políticos y funcionarios que dirigieron, o aún lo hacen, al Instituto de Seguridad.
López Obrador enunció el problema de esta manera: “Ahora estamos rescatando al ISSSTE, pero hay resistencias tremendas”. La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana “sí interviene en el ISSSTE, porque son mafias y no es que participe la Guardia Nacional, es que le pedimos apoyo a la Secretaría, a Rosa Icela, porque hay amenazas a servidores públicos de mafias, mafias”, reiteró tres veces.
De acuerdo con el tabasqueño de Tepetitán (Macuspana) se detectó que antiguos funcionarios del ISSSTE eran los principales proveedores de los servicios del instituto. Puso como ejemplo que el servicio de laboratorio estaba subrogado, por lo que un paciente que requería de algún estudio debía asistir a un particular, cuyos dueños principalmente eran funcionarios del ISSSTE o políticos.
Como se recordará, el ISSSTE sirvió durante seis décadas para colocar a los amigos y partidarios selectos en puestos en pago de favores políticos. Uno de los casos más conocidos es el del impresentable y muy enriquecido Miguel Ángel Yunes Linares quien se hizo cargo de la dirección general a propuesta de Elba Esther Gordillo que recibió además la Lotería Nacional y la Subsecretaría de Educación Básica en pago por los servicios electorales que prestó a Felipe Calderón en 2006. Y éste defendió en su momento el tema públicamente y sin ruborizarse.
Enhorabuena si el anuncio culmina con éxito porque beneficiará a los derechohabientes y a los que antes perdieron el seguro de gastos médicos mayores. Mas la 4T ya tiene su propio gran pendiente con los desvíos de recursos en Seguridad Alimentaria Mexicana por una suma de 9 500 millones de pesos, debido a las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación en 2019-20. Acción Nacional ya tomó el grave caso en sus manos e interpuso una denuncia penal, mientras Ignacio Ovalle, el exdirector general de Segalmex, despacha cómodamente en una oficina de Gobernación.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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