La determinación del Gobierno federal de considerar una disminución de 82.7 millones de pesos al presupuesto de egresos encaminado al sector indígena a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) vía Comisión de Asuntos Indígenas (CDI), es un desacierto porque privilegia un incremento sustancial al rubro de seguridad y contrario a ello, una marcada disminución al sector social y productivo del país, señaló Manuel García Corpus, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas de la LXI Legislatura del Congreso de la Unión.
Sustentó que conforme al Anexo 7 de Erogaciones para el Desarrollo Integral de los Pueblos y Comunidades Indígenas, en su comparativo del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), de los años 2009, 2010 y 2011 establece que en éstos períodos se consideraron recursos del orden de los 7,809.21, 7,815.y y 7,733.0 millones de pesos, respectivamente lo que significa una disminución de 82.7 millones de pesos, el cual indudablemente resulta inexplicable ante el gran cúmulo de peticiones y necesidades de los pueblos indígenas pendientes de ser atendidas por la institución.
Al reconocer que indudablemente para el 2011 el monto total tendrá un incremento de mil 473.5 millones de pesos, que representan el 5.6 por ciento en relación al monto aprobado para el 2010, agregó que un ejemplo de la mala estimación de las asignaciones se constituye en el rubro de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Alimentación, que asigna el mismo monto que el año anterior. La interrogante, dijo, es si la SAGARPA tiene el mismo nivel de demanda de atención en sus programas que el año pasado.
Lamentó que dentro de la propuesta entregada por el Ejecutivo Federal se contemple además un presupuesto menor a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), del orden de los 373.4 millones. Esto, acotó, contraviene la ley de Desarrollo Social la cual establece que el monto de los programas sociales no podrá disminuir respecto al año anterior, aunado a lo anterior, explicó que “por falta de desglose a nivel de programa no se puede hacer una valoración cualitativa de decremento”.
Es un presupuesto autoritario, porque la información que se proporciona es insuficiente y le impide al poder legislativo hacer su trabajo de análisis y en su caso, reorientar las asignaciones presupuestales.
“Es un presupuesto virtual porque no hay forma de garantizar su aplicación efectiva en los pueblos y comunidades indígenas. Solamente se puede identificar que el 23% del total de los recursos se destina a programas de atención a los indígenas (CDI), Educación Indígena (INALI), Educación Intercultural y un programa de salud) y aún cuando sea cierto que esos recursos serán para los indígenas, representa menos del 2% del total de gasto programable, para el 12% de la población nacional que es indígena”.
García Corpus urgió reorientar el presupuesto en la parte productiva y social para buscar equilibrios en cuanto a las causas que motivan y generan la inseguridad. “Hay que darle un giro a los programas sociales y en lugar de dádivas promover inversiones en materia agropecuaria con la consecuente generación de empleos y oportunidades de salud, desarrollo social y humano”.
Vamos a vigilar que los recursos lleguen oportunamente a las entidades federativas porque no es posible que con tantas firmas de convenios se atrasen los mismos. De manera particular en entidades como Oaxaca que tiene 58 municipios indígenas con menor índice de desarrollo social y humano, en tanto que a nivel nacional tenemos 44 millones de mexicanos en pobreza extrema lo que clarifica que hay una enorme desigualdad en el país en el cual unos tienen todo, en tanto la inmensa mayoría carece de mínimos satisfactores.