EXPRESIONES.- En éste Oaxaca folklórico por naturaleza, lleno de gente ladina, nadie da paso sin huarache.
Así es en el medio político, social, económico y por supuesto, también en quienes se dice está depositada nuestra cultura ancestral.
Desde el sexenio de Diódoro Carrasco Altamirano, Alfredo Harp Helú ha tomado ímpetu por participar en el ámbito cultural oaxaqueño procurando a través de ventajosos comodatos a 95 años, hacerse de propiedades para impulsar y aprovechar el acervo histórico, natural, tradicional y cultural de Oaxaca.
De esa forma, el denominado filántropo oaxaqueño, Alfredo Harp Helú, fomenta la cultura, pero al mismo tiempo saca provecho del usufructo de los bienes oaxaqueños.
Así se ha hecho del Centro Cultural San Pablo, del proyecto del Archivo Histórico del Estado y el Parque de las Canteras en Ixcotel e igualmente de lo que será el Museo del Ferrocarril.
Ese es el negocio filantrópico de Harp Helú y del mismo modo, en sus alcances e intereses, hace lo propio el maestro Francisco Toledo.
Por tanto, tiene razón el pintor Marco Antonio Vásquez, “Markoa”, al calificar a Alfredo Harp Helú y Francisco Toledo como “caciques culturales”, porque lo son en realidad; ellos hacen y deshacen en ese ámbito y el Gobierno se los permite y ha procurado la “idolatría cultural” que le profesan a estos dos íconos los snobs de todas partes.
La cultura, sin duda, es un negocio muy redituable en Oaxaca, y de eso se aprovechan los que pueden hacerlo y tienen con qué.
Un mortal normal no puede acceder a los bienes de cultura y felicidad de éste mundo (así los calificaba demagógicamente el ex gobernador José Murat en su tiempo) porque ciertamente la cultura es un medio de élite, de “gente bonita” que se regodea aparentado lo que no es.
Sin embargo, hay que reconocer, que son los únicos con capacidad económica para convertir a la cultura en un beneficio social.
Así que hacer negocio con la cultura, como lo hacen Harp Helú, Toledo y otros más, no es un delito o un perjuicio; lo conducente sería que todo ese acervo que genera buenos dividendos a unos cuantos, también fueran de beneficio para toda la sociedad.
Sobre todo, para que verdaderamente tengan acceso a los “bienes de cultura y felicidad de este mundo” y no nada más de dientes para afuera….. He ahí el meollo del asunto….
Oaxaca de Juárez, Oaxaca; miércoles 24 de febrero/2014.
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