EXPRESIONES.- Mientras estamos viendo cómo se cae en pedazos la falsa izquierda mexicana representada por el PRD, Morena y sus partidos morralla ante el electorado, el PRI ratonero de Oaxaca no aprende ni porque está viendo el descrédito de su contraparte.
Es evidente que la partidocracia mexicana está ante una severa crisis y así lo denota el senador de “izquierda”, Ricardo Monreal Ávila, cuando anota en una de esas raras expresiones congruentes que tiene: “La impunidad de Abarca es la de todo un sistema político, no únicamente la de un partido”.
En efecto así es. El pútrido sistema político del país es simplemente electorero, sólo para conservar el poder, no para edificar una democracia que mejore la oferta política nacional y nos de buenos gobiernos, honestos y capaces.
Y en ese esquema entran todos los partidos políticos de México, por supuesto. El PAN no se salva de la quema y menos el PRI, que sigue en su primitiva manera de hacer política a través de cacicazgos, compadrazgos y golpes bajos en contra de lo que contravenga sus intereses muy particulares.
Para no ir muy lejos, la sucesión oaxaqueña ya está a la vuelta de la esquina y los retrógradas de siempre sueltan a perros callejeros hambrientos de recibir migajas de poder, como Benjamín Rojas Bolaños, quien intenta minar las posibilidades de un viable candidato priista a la gubernatura del Estado… ¿Qué se gana con eso?…, sólo denigrar a la política y crear un ambiente hostil y bajuno para una contienda que debiera ser analítica y a conciencia para no errar otra vez.
¿O acaso es que los oaxaqueños quieren otro Gabino Cué para el siguiente periodo? Tampoco se trata de continuar la alcurnia política de un nefasto ex gobernante o de simulaciones mediáticas de oportunistas que esconden sus limitaciones en propaganda mediocre o de quien se considere con merecimientos políticos.
Se trata de enderezar el camino de Oaxaca, de establecer un pleno Estado de Derecho y de proporcionar una salida a una entidad, que como Oaxaca lleva más de 30 años sin posibilidades de desarrollo y de injusticia social.
Quien quiera hacer esto por Oaxaca debe de presentar un proyecto creíble, no de cambios fútiles o de politiquerías a base de discursos y simulaciones.
Se debe tener certeza y claridad sobre el por qué se quiere gobernar Oaxaca, porque ya no estamos para más engaños, ni para más de lo mismo. De no hacerse este ejercicio con responsabilidad, Oaxaca continuaría en la involución política, social y económica.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, domingo 9 de noviembre de 2014
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