EXPRESIONES.- El ejercicio de la política es como el caso de las mujeres: “todo por servir se acaba”, y para no llegar a esa etapa en donde lo que debiera de brillar es la experiencia y no la chochez, se necesita ubicuidad y talento especial para mantenerse vigente y actuante.
Los dimes y diretes entre dos veteranos y talentosos priistas, como lo son sin duda, Héctor Anuar Mafud y Fito Toledo Infanzón, son de esos casos raros en donde no se puede estar ni con melón ni con sandía, porque ambos están en el declive de su carrera política y deben de pesar más los aciertos que los errores cometidos.
Ambos han sido de todo, menos Gobernador, y si esa es su amargura que hoy los resalta, no pueden en estos momentos en que su partido requiere unidad y fortaleza, disminuirse en “infiernillos políticos” que sólo evidencia a su militancia y a su experiencia política.
Mafud y Toledo son íconos del priismo oaxaqueño y si hay desacuerdos entre ellos, bien pueden dirimirse ante un buen café, no que ahora son la comidilla del día en las redes sociales y una manera de deslucir la labor política de ambos.
Si Mafud “da lástima y pena ajena” y Fito “no está en sus cabales”, son rasgos que denotan serias cuarteaduras que no tienen por qué ahondar las posibilidades de un partido que ahora es oposición y que quiere recuperar el poder político en la entidad.
El PRI local, al igual que su máximo líder, EPN, están en el ojo del huracán y siendo zarandeados a diestra y siniestra por sus detractores, es vergonzoso que en la misma tesitura sus miembros más representativos se exhiban en pleitos fatuos y desgastantes.
Más “fitomanías” y “mafudfadas” están fuera de lugar en estos momentos en la política local.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, miércoles 26 de noviembre de 2014
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