EXPRESIONES.- Lamentable situación social, política y económica vivimos los oaxaqueños.
Causa tribulación el hecho de que nuestro gobernador Gabino Cué Monteagudo haya reconocido que hay que “aguantar” a los maestros de la Sección 22 del SNTE porque “son más de 80 mil”, y ahora nos encontramos con que el municipio de Oaxaca de Juárez reconoce también que no existen aquí condiciones de seguridad ni capacidad para proporcionarla.
El suceso de que debido a amenazas, intentos de extorsión y ataques a sus oficinas, la empresa Comunicación y Espacios de Negocios Multinacionales S.A. de C.V., abandone el proyecto para instalar y operar el servicio de telemetría en algunas calles de la capital del estado, es ignominioso.
¿Pues en qué entidad vivimos cuando la propia autoridad reconoce su incapacidad de velar por la ciudadanía?
Recuerdo la impotencia que sentí cuando en cierta ocasión uno de mis hijos fue agredido y asaltado a cuadra y media del Zócalo de la ciudad, sin que ninguna policía apareciera por ese entorno para proporcionar ayuda.
La respuesta del entonces presidente municipal me dejó helado: debido al plantón magisterial, “por instrucciones superiores” tenían prohibido acercarse al plantón a tres cuadras del mismo.
Ese era el coto de protección a los maestros de la Sección 22.
Hoy las cosas siguen igual, o peor; éste gobierno municipal reconoce su incapacidad de proporcionar seguridad a una empresa para que pueda operar libremente en nuestra demarcación.
¿Quién amenazó a la empresa? ¿Quién la atacó? Seguramente saben, pero no se atreven a decirlo por las represalias que se puedan venir.
Si el gobierno municipal de la capital del estado es impotente para dar seguridad y aplicar la ley y lo mismo reconoce el Gobierno del Estado, ¿en manos de quién estamos?
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, martes 3 de enero de 2015