Periodismo libre y comprometido

Search
Search
O A X A C A Clima de Hoy

Los nuevos gobernantes

MI OPINIÓN.- Entre las propuestas que el gobernador electo de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, hace al pueblo en su nuevo pacto social, incluye temas torales que por su carga histórica, humanista y cultural, tienen en los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la revolución una resonancia de urgencia, que obligadamente tiene que llegar hasta lo más profundo de la conciencia de quienes formen parte de su gabinete.

En el pacto social dice: “no puede continuarse con la política de oídos sordos a una ciudadanía cada vez más demandante y participativa; no deben continuar las agresiones a las comunidades indígenas y a sus territorios y recursos; no puede mantenerse el actual cinismo y prepotencia de la clase política; no deben continuar cerrados los canales a la libertad de expresión y a la opinión de los oaxaqueños; debe cesar la indolencia del aparato judicial y la impunidad ante los asesinatos de mujeres, el maltrato doméstico, la discriminación, la pederastia; no puede mantenerse en la exclusión y discriminación a ciertos sectores de la población como los indígenas, mujeres, homosexuales, personas con capacidades diferentes, ancianos, migrantes, etcétera…”.

Buena síntesis general hace el Gobernador electo de los retos que enfrentarán él y sus colaboradores en la administración gubernamental que viene.

Viendo así el complejo estado de cosas que viven los oaxaqueños, las causas de esos problemas, podemos escribirlas con tres palabras: ineptitud y corrupción.

Ineptitud para gobernar y entender las necesidades de los gobernados, y corrupción que trastoca a todas las instituciones, que las derrumba y las hace inútiles.

Ordenar este caos es el reto central que tiene el gobierno que viene y que debe atacar con la suficiente inteligencia y determinación.

Para enfrentar con éxito este enredado estado de cosas, Gabino Cué, seguramente, y antes que todo, debe integrar un gabinete de colaboradores calificados para cada terea específica.

La administración pública requiere de hombres con capacidad profesional en cada materia, además la honradez y la vocación de servicio a toda prueba. Sólo así pueden superarse estas rémoras voraces llamadas ineptitud y corrupción.

Y no se trata de rebuscar un “gabinetazo”, sino de unificar voluntades, conocimientos y experiencias de aquellos ciudadanos que conozcan la realidad oaxaqueña, que conozcan la cultura y la psicología de los oaxaqueños, especialmente que entiendan el carácter y la importancia que tiene la cultura de los pueblos indígenas que tantas injusticias han sufrido desde hace más de 500 años.

De esta forma, el pacto social que propone el nuevo gobernante a la sociedad oaxaqueña debe extenderse a un pacto de honor entre los integrantes de su gabinete para que cada uno de los nuevos funcionarios haga bien la tarea, con la derechez suficiente que dé brillo al acto de alzar la mano y protestar: trabajar por el bien y el progreso del pueblo.

Se impone un pacto entre funcionarios para garantizar que el nuevo gobierno no será pesebre de una camada de nuevos millonarios amparados por la diosa impunidad, como sucedió en otros tiempos y otros gobiernos.

Si se hace este pacto de honor entre los funcionarios, entonces el pueblo sabrá reconocer a un gabinete que conoce la vergüenza y que, por lo tanto, responda de sus actos.

Y que conste: esto no es mucho pedir. Es mi opinión. Y nada más…

r_campa@hotmail.com

 

noviembre 2010
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930  
Scroll al inicio