MI OPINIÓN.- Una recomendación a los aspirantes a diputados Locales: recuerden que su obligación primordial en el Congreso del Estado será proponer y hacer leyes, y no dedicarse equivocadamente a otras tareas que no son directamente de su responsabilidad y que además denigran su quehacer legislativo.
Por ejemplo, dedicar parte de su valioso tiempo a realizar mandados o a cumplir encargos de sus padrinos políticos, descuidando las exigencias de sus representados (el pueblo) en materia meramente legislativa.
Deben de tener muy claro desde ahorita que gestionar mayores partidas de recursos para los municipios y otras instituciones podría ser positivo; sin embargo, no lo será tanto si esos recursos son para pagar los compromisos, que contraen con los grupos de poder para llegar al Congreso.
Porque en política nada es de gratis y todo se paga tarde o temprano. Por eso, aspirantes a diputados, quienes estén pensando en hacer esto, desde este espacio les digo que van por la ruta equivocada.
Cuando un aspirante a legislador pide favores a instancias superiores, establece de facto compromisos que de una u otra forma limitarán su libertad ya como diputado, para legislar en favor de la comunidad que se supone le dio el sufragio.
Así, los encargados de hacer leyes, terminan siendo empleados (esclavos) de las mafias que detentan el poder político y económico en Oaxaca.
Por ejemplo en la Legislatura que está por terminar hay algunos diputados (no todos, aclaro) que inocentemente presumen que han echo grandes gestiones ante el Gobierno del Estado “para mejorar la calidad de vida de los oaxaqueños”. Su interés por quedar bien con los de arriba fue tanta que ni siquiera se dieron cuenta que comprometieron su calidad de legisladores y, por lo tanto, fallaron al deber que el sentido común les indicaba, para servir a sus representados y que ahora que buscarán varios de ellos las presidencias municipales, los votantes les cobraran las facturas.
Pero lo más grave es que establecer ese tipo de compromisos, también de facto, implica un agravio a la división de poderes. El mismo caso de estos aspirantes a legisladores locales, que en su momento iniciarán una nueva legislatura, difícil les será defender una ley que en alguna forma sea a favor de los intereses de los oaxaqueños y se contraponga a las disposiciones de quien los nombró candidatos y más si la iniciativa es de otro partido político.
Esto los aspirantes a legisladores no lo entienden por su falta de formación de acuerdo con el ideario de su partido. Por lo tanto, próximos diputados: a cumplirle a la gente que les dará el voto.
Y sean libres, no tengan vocación de esclavos, porque no vale la pena vivir con comodidades tres años y ser juzgados y señalados el resto de su existencia por la comunidad oaxaqueña, como sometidos y agachones.
Es mi opinión. Y nada más…
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