EXPRESIONES.- Qué bueno que exista el interés legislativo por regular la publicidad oficial, sobre todo cuando bajo el pretexto de la transparencia, del cambio y “del buen manejo” de los recursos públicos, el actual gobierno trae maniatado a un sector de vital importancia para el Estado.

El miércoles de la semana pasada, el diputado local del PRD, Carol Antonio Altamirano, presentó una iniciativa de ley para regular la contratación de publicidad gubernamental y establecer una buena relación del poder público con los distintos medios de comunicación.

Y propone que los criterios para contratar la publicidad sean la equidad, transparencia y proporcionalidad, ya que actualmente persiste la discrecionalidad y la opacidad al respecto.

Para ello juzga necesario la creación de un Consejo de Comunicación que considere “la presencia efectiva de cada medio en las regiones o el conjunto del Estado”.

O sea, medir la penetración de los medios, pero, ¿en base a qué?

¿Al tiraje?, ¿a la periodicidad?, ¿al número de páginas?, ¿a la presentación?, ¿a la circulación?; todos ellos elementos que nada tienen que ver con la calidad informativa.

¿De qué serviría darle mayor publicidad a un periódico que en su mayoría es leído por su nota roja?

La información que penetra e impacta no necesariamente es editada en el diario de mayor circulación o en la televisión o en el radio, de ahí que equivocadamente el grueso y lo caro de la publicidad se diluya en los medios de circulación nacional.

Si se quiere equidad, transparencia, pero sobre todo efectividad en la información, se debe valorar la presencia de los medios locales por sobre los mucho más onerosos medios nacionales.

No se puede medir con una vara más corta a quienes todos los días diseminan la información en el Estado, por quienes lo hacen por una supuesta superioridad tecnológica, por morbo periodístico y por negocio.

Debo recordarles que la información es un bien público y por derecho nos corresponde a todos estar bien informados, así que si se quiere mejorar el acceso a la información y la democratización de los medios, como la profesionalización de los ingresos de los periodistas, se debe empezar por reconocer y ponderar mejor a los medios locales.

Si Carol Antonio está dando otro paso al respecto, es menester calibrarlos en su exacta dimensión y no hacer como que se apoya al sector, cuando lo que siempre se logra es sólo más asistencialismo y mediocridad informativa.

Oaxaca de Juárez, Oax., domingo 16 de octubre/2011

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