OAXACA, OAX., septiembre 28.- Sin el quorum legal para sesionar, la LXII Legislatura del Estado aprobó tres dictámenes de la Comisión de Programación y Presupuesto, con los cuales faculta a tres municipios de la región del Istmo de Tehuantepec a cobrar impuestos a las empresas eólicas que se pretendan instalar en esa zona de la entidad oaxaqueña.
Jueves 24 de septiembre, 20:27 horas. En el salón de plenos estaban 19 diputados y diputadas de los 42 que integran la LXII Legislatura. Unos y otras salían por minutos, otras de plano se ausentaban.
Eso poco importó a las y los diputados liderados por Alejandro Avilés Álvarez, coordinador del grupo parlamentario del PRI.
Pese a las advertencias, éste devolvió: “Sí hay (quórum); muchos fueron a mear”.
Minutos antes, el único diputado del PSD, Manuel Pérez Morales, advirtió sobre la ausencia de sus homólogos del PAN, PRI, PVEM y PRD, varios de los cuales solamente pasaron lista y se retiraron a sus asuntos.
Eso poco importó a los ahí presentes y en el número 39 del orden del día la mayoría frenó el punto de acuerdo de la diputada del PAN, Alejandra García Morlan, quien solicitó al titular de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico, José Zorrilla de San Martín Diego, abstenerse de utilizar recursos públicos para difundir el Centro Cultural y de Convenciones.
Frente a la negativa, García Morlan pidió a la presidenta de la Mesa Directiva, la también panista Leslie Jiménez Valencia, contabilizar la asistencia.
Se contabilizaron 19 representantes populares y al darse cuenta los priístas volvían a pedir el conteo al grado de que la priista María del Carmen Ricárdez Vela, socarrona, engrosaba la voz y lanzaba: “presente”, cuando citaban el nombre del diputado del Verde Ecologista, Carlos Vera Vidal.
-–¡22-22! Sí somos 22 gritaban de sus curules los diputados Gustavo Díaz Sánchez y Fredy Gil Pineda Gopar, miembros distinguidos del “bronx” priista.
Mientras, Avilés Álvarez se pavoneaba y jactaba como en sus mejores tiempos de Ulises Ruiz Ortiz: “En el PRI estamos unidos; aquí estamos; de repente nos vamos a mear”.
Sin poder contestar los actos irregulares e ilegales de sus homólogos consentidos por Jiménez Valencia, García Morlan optó por abandonar la sesión.
Vino entonces la votación de los dictámenes de la Comisión de programación y Presupuesto, en el que establecieron que el municipio de El Espinal, en el Istmo de Tehuantepec, podría cobrar 60 mil pesos por MW de capacidad por una licencia de construcción de un parque eólico, y por el cambio de uso de suelo donde se instalarán los aerogeneradores 10 mil pesos por MW de capacidad a instalar.
Mientras que una licencia para el funcionamiento del parque eólico costaría 5 mil 500 pesos y el refrendo otros 5 mil pesos.
Por servicios de Protección Civil prestados para supervisión y vigilancia de uso industrial en los parques eólicos, 30 mil pesos por supervisión.
En Unión Hidalgo, también de la región del Istmo, se decretó que la autoridad municipal podrá cobrar 60 mil pesos por MW de capacidad por una licencia de construcción de un parque eólico, y por el cambio de uso de suelo donde se instalarán los aerogeneradores 10 mil pesos por MW de capacidad a instalar.
En tanto, una licencia para el funcionamiento del parque eólico costará 5 mil 500 pesos, y el refrendo otros 5 mil pesos.
Por servicios de Protección Civil prestados para supervisión y vigilancia de uso industrial para parques eólicos, 30 mil pesos.
En el municipio de Santo Domingo Ingenio se estableció que la autoridad podrá cobrar 60 mil pesos por MW de capacidad por una licencia de construcción de un parque eólico y por el cambio de uso de suelo donde se instalaran los aerogeneradores 10 mil pesos por MW de capacidad a instalar.
Mientras que una licencia para el funcionamiento del parque eólico, cinco mil 500 pesos y el refrendo otros 5 mil pesos.
Igualmente, por servicios de Protección Civil para supervisión y vigilancia de uso industrial para parques eólicos 30 mil pesos.
Cerca de las 22:15 horas, al finalizar la sesión de Congreso, el diputado plurinominal Avilés Álvarez propalaba en voz alta: “22, 22. Sí somos 22…”, y soltaba la carcajada en una hilaridad desbocada.
Sin embargo, eran sólo 18 diputados y diputadas presentes, de los 22 que se requieren para tener quorum legal y sesionar.
Así son los diputados y diputadas. Así actúan desde que inició esta LXII Legislatura. Perdieron y se perdieron el respeto.