“Las fiestas de la Guelaguetza son del pueblo de Oaxaca, no un asunto político ni de presencias”, respondió molesto el gobernador Ulises Ruiz Ortiz en la última conmemoración de su administración.

Entrevistado la víspera del inicio de las festividades, dio a conocer que no se tenía contemplada la asistencia de invitados especiales, líderes políticos, gobernadores, secretarios del Gobierno federal, ni mucho menos la del gobernador electo, Gabino Cué Monteagudo.

Consultado por los reporteros el domingo pasado, luego de un encuentro de priistas en un hotel del norte de la ciudad, el Mandatario estatal indicó que la única presencia que estaba confirmada era la de los visitantes nacionales y extranjeros.

“Todo el turismo nacional e internacional que está viniendo es bienvenido; vamos a estar atentos para que se la pasen muy bien”, dijo.

Visiblemente enfadado y evasivo, negó quedarse sólo al final de su administración y con la derrota electoral a cuestas que derrumbó el mito.

¿Se queda sólo en este último año de gobierno?

–“No. Mire cuánta gente”, respondió lacónico.

¿Y el apoyo nacional?

–“La Guelaguetza es una fiesta del pueblo de Oaxaca, no es un asunto político ni de presencias”, remató irritado.

También rechazó hablar sobre la impugnación interpuesta por su partido, el PRI, a la elección de gobernador el 4 de julio pasado, y evitó dar su postura sobre la “traición” de ex gobernadores en la contienda electoral.

–“No sé yo del PRI, no sé”, rehuyó y argumentó que su presencia en el encuentro de priistas era en calidad de militante.

Cuando se le preguntó si pediría procedimientos de su partido contra los ex gobernadores que apoyaron a Gabino Cué, cortó la entrevista.

–“La campaña ya acabó y ese es asunto del PRI”, aseguró.