Tuvieron que pasar casi 20 años para que otra mexicana pudiera ganar en Miss Universo, y fue, coincidentemente, en la misma ciudad: Las Vegas, en Estados Unidos.
Hace 19 años, Lupita Jones obtuvo la primera corona de este concurso de belleza y ahora lo consiguió la tapatía Jimena Navarrete, estudiante de Nutrición y de 21 años de edad.
“No pienso nada, mi cabeza está en blanco”, fueron las primeras declaraciones de la recién coronada Miss Universo 2010, luego de que la venezolana Stephanía Fernández le colocara la banda que la distinguía como la ganadora indiscutible.
Luego, Jimena caminó por el escenario, sin lágrimas ni gritos, pero sí muy emocionada, porque le temblaban las manos y en su rostro se notaba que aún lo podía creer.
Se impuso desde el principio, en la etapa de traje de baño obtuvo 9.265 puntos; y en el desfile en traje de noche, 8.913.
En la ronda de preguntas, prefirió contestar en español y auxiliarse con un traductor.
Habló del uso responsable del Internet en niños y jóvenes.
Lo hizo con desenvoltura y seguridad, no titubeó ni tartamudeó, pues mientras hacían la traducción de sus palabras, ella aprovechó esos segundos para ordenar sus ideas y hablar con claridad, lo que impresionó al jurado, el cual finalmente le dio la victoria.
A partir de ese momento, la vida de la hija de Gabriela Rosete y Carlos Navarrete, y novia de Pablo Nieto, cambió por completo.
Logró hacer historia, consiguiendo lo que muchas otras jóvenes mexicanas habían perseguido.
Tan grande fue este triunfo que la Presidencia de la República emitió un comunicado extraordinario para felicitarla.
Ella se mudará a Nueva York y participará en las labores altruistas de la Organización Miss Universo, propiedad de Donald Trump.