EXPRESIONES.- Una vez que Enrique Peña Nieto ha terminado su mandato en el Estado de México, el PRI empieza a abrirse de capa en pos de la imagen de un presidenciable que parece tener un pie dentro de Los Pinos.
Poco le importó a Peña Nieto que en el cabalístico martes 13 pasado, tuviera una cena de despedida y asunción política para lo que viene jugando desde hace más de tres años.
Y lo hace con una frase contundente, prometedora: “Muy pronto tendré una definición pública de lo que voy a ser y les apuesto, ¡No se van a equivocar!”……
El PRI tiene a su virtual candidato, y por si las dudas, también deambula con buen perfil el sonorense Manlio Fabio Beltrones. El PRI pues, va por su reivindicación y a enfrentar a una izquierda nada definida y a un PAN-Gobierno redundante y echado para adelante a instancias de una guerra cruenta en contra del narcotráfico que le ha enseñado a ser valiente (valor-determinación-coraje= Cordero), pero no inteligente.
La luminosidad de Peña Nieto ha sido tan fuerte, que sin ser precandidato formal, supera por mucho a sus oponentes de otros partidos, la pregunta que salta ahora es: ¿un Peña Nieto de tiempo completo en pos de la Presidencia de la República, conservará o incrementará esa ventaja?
Son muchas las circunstancias políticas que influirán en los 9 meses que faltan para que sean las elecciones presidenciales, desde quien será finalmente el candidato panista, hasta esa difícil, pero no imposible unidad en torno al candidato de la izquierda.
No será lo mismo ver a Peña contra AMLO y Josefina Vásquez Mota, que a Peña contra Marcelo Ebrard y Ernesto Cordero, las mezclas pueden variar en lo que defina la derecha y la izquierda, sólo EPN será el inamovible, salvo algo muy fuera de lo normal.
Aquí en Oaxaca, los priistas también ponen el Grito en el cielo, pero por los recientes asesinatos de dos de sus miembros en condiciones de inseguridad y violencia política.
Preparémonos pues, para una contienda política-electoral que seguramente va a marcar el destino de nuestro país, sobre todo en una etapa, donde la inseguridad y la violencia no pueden seguir siendo atacadas nada más con armas o la fuerza de nuestro Ejército, sino con una certera atención al funcionamiento de nuestras instituciones de justicia y con una decidida dedicación a las nuevas generaciones, fortaleciendo los sectores productivos y las vías de acceso a verdaderas oportunidades para todos los mexicanos.
Todo un reto para las autoridades federales y estatales.
Oaxaca de Juárez, Oax., SABADO 17 de septiembre/2011.
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