OAXACA, OAX., noviembre 13.- Oaxaca es fiesta, folclor, música y tradición. Y así, con el toque de la riqueza cultural de nuestro estado y la alegría contagiosa de la calenda, concluyó este domingo el octavo Congreso de Conservación de Textiles de América del Norte (North American Textile Conservation Conference, NATCC), que por segunda ocasión se efectuó en México y del que ahora la entidad fue orgullosa sede.
En medio de las melodías de la banda, la marmota, los monos de calenda, las chinas oaxaqueñas con sus vistosos canastos de flores y la quema de fuegos pirotécnicos que iluminaban la noche de luna llena, cerca de 200 asistentes a este importante foro, en su mayoría extranjeros provenientes de 14 países, se envolvieron en la fraternidad de Oaxaca.
Portando faroles y bailando sones y jarabes, la comitiva que partió de las instalaciones del Museo Textil de Oaxaca (MTO) avanzó por el Andador Turístico hasta el ex convento de Santo Domingo y a su paso compartió su entusiasmo con los quienes por ahí caminaban: familias, parejas, turistas y hasta músicos.
Ello, porque hubo momentos en que a los acordes de la banda que encabezó la calenda se sumaron los jóvenes que como parte del Festival Instrumenta brindaban conciertos frente a la Facultad de Derecho de la UABJO, del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca y el atrio de la iglesia Sangre de Cristo.
No faltaron las copitas de mezcal y la quema del “torito”, que con sus lances y cohetes multicolores agitaba a la concurrencia cada vez que las chispas se cruzaban veloces entre los pies de los espectadores.
Incluso, un valiente participante del congreso le hizo frente y lo toreó utilizando su sarape como un experto matador.
Y la fiesta, como lo marca la tradición, concluyó con una cena ofrecida por el mayordomo, en esta ocasión, la Fundación Alfredo Harp Helú de Oaxaca (FAHHO), a través del Museo Textil.
En un mensaje a los asistentes, la presidenta de la institución, María Isabel Grañén Porrúa, celebró la realización de este evento en nuestro estado y destacó que la riqueza étnica y cultural de Oaxaca es tan amplia que ha provocado un universo de tejidos, brocados y bordados que se distinguen por su elegancia y precisión en el manejo de las técnicas.
“Vale la pena que Oaxaca sea un polo de atracción para aquellos que valoramos los textiles y, así, juntos podremos reflexionar ampliamente sobre un tema que nos ocupa: la preservación. Oaxaca merece un sitio de intercambio para mejorar nuestros procesos creativos y enlazarlos con las tradiciones milenarias que son orgullo de México”, señaló la historiadora.
Por su parte, Héctor Meneses Lozano, coordinador de Restauración del MTO e integrante de a Chair American Textile Conservation Conference, subrayó que Oaxaca debe voltear a ver y valorar su riqueza patrimonial, de la que los textiles forman parte.
Entendiendo esta parte dijo, se podrá entender la gran diversidad cultural que significa el estado.
El Congreso de Conservación de Textiles de América del Norte (NATCC) se fundó en 1994. Sus propósitos son la mejora de la conservación de textiles a través de discusiones sobre prácticas actuales e investigaciones y la publicación respectiva de los trabajos presentados en las reuniones bienales.
En dos años la sede será San Francisco, California.