EXPRESIONES.- Como para que todos nos demos cuenta que en Oaxaca pasa todo y al mismo tiempo nada, ahí queda la aceptación que hace el Fiscal de Delitos de Trascendencia Social de la Procuraduría de Justicia de Oaxaca, Samuel Castellanos Piñón, quien admitió que las indagatorias realizadas por la Procuraduría General de la República (PGR) en torno a los crímenes y desapariciones forzadas cometidas tras la revuelta social del 2006 fueron realizadas en base a especulaciones y rumores.
Y que así mismo encontró que hubo pérdida de evidencias, además de que se actuó sólo a favor de uno de los bandos para buscar incriminar al otro de los hechos reportados. También mencionó que se encontraron indagatorias mal hechas o realizadas al vapor en ánimo de buscar que quedaran reservadas o archivadas.
¿Quién fue el cerebro criminal de todo ello?
Pareciera obvio descubrirlo con sólo recurrir al tiempo y al espacio y determinar quién era el responsable de la política interna o la mente aviesa de la época.
Y así se sigue deduciendo, cuando el fiscal confirma que “de acuerdo a las investigaciones los crímenes y desapariciones cometidas durante la revuelta social del 2006, estos fueron perpetrados por un grupo parapoliciaco integrado por ex policías y ex presos, que operó de manera clandestina al margen de las instituciones estatales para reprimir a los activistas u opositores al entonces gobierno del priista Ulises Ruiz”. Incluso, detalló, que tanto Aristeo López como Alejandro Barrita eran testigos protegidos de la PGR en el momento de las indagatorias.
Al leer esto, viene a mi mente aquel secuestro de David Palacios García y los asesinatos de líderes y porros oaxaqueños, tanta mafia política, que aún hoy a 6 años de la época aciaga, se mantiene impune, corroborando con todo ello que en suelo oaxaqueño una peligrosa mente asesina anda suelta…..
Oaxaca de Juárez, Oax., jueves 18 de Octubre/2012.
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