MUJERES Y POLÍTICA.- Algo no muy bueno y sí muy malo está pasando en la administración pública, quienes laboran en dependencias como el Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA) y en programas especiales del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO), no reciben en tiempo su sueldo, sin duda eso no es más que “un gancho al hígado” de quienes todos los días y durante meses acuden puntual y sin pretexto a laborar.
Hay dos hipótesis sobre el tema. Una que es responsabilidad de la Secretaría de Finanzas y otra que oscila entre los malos manejos e ineptitud de los titulares de ambas instancias. Lo que es cierto es que los tres funcionarios: Enrique Arnaud Viñas, Rogelio Rodríguez Ruiz y Anabel López abonan a este caldo de cultivo en olla exprés que es Oaxaca.
Este martes, fueron las y los trabajadores del IEEA, algo así como 300, quienes después de cinco meses sin el pago correspondiente, que por cierto varia entre dos mil y dos mil 500 pesos quincenales, decidieron protestar y tomar las instalaciones ubicadas en la colonia Reforma.
Pero esta no es la primera vez que sucede. Ya son por lo menos dos veces que los y las trabajadoras salen a la calle y gritan su desesperanza, el problema “se resuelve” frente a la emergencia pero no de fondo y vuelve a estallar el problema. Ni duda cabe, son malos manejos y falta de oficio político.
En entrevista, Nancy Mota, una de las trabajadoras que tomaron el IEEA, me explicaba en una conversación periodística que el 70 por ciento de las personas que están desde hace cinco meses sin sueldo son mujeres, muchas de ellas jefas de familia y otras con pareja, que ante la falta de pago y recursos empiezan a vivir violencia con sus parejas, mientras por ahí anda un “acuerdo” que seguramente mojaron Ingrid y Manuel.
Me pregunto si el director del IEEA, Rogelio Rodríguez Ruiz, que por supuesto debe ganar algo así como 20 o 25 veces más el sueldo que reciben técnicos docentes, promotores, asesores, apoyo técnico y enlace educativo que cada día caminan y contribuyen a reducir el rezago educativo (como en los tiempos postrevolucionarios) se habría aguantado sin obtener lo que legítimamente le corresponde tras cinco meses de trabajo. Estoy segura que no. No hay quien lo aguante.
Nancy Mota me contaba que ahora sí ya no tienen a quién pedirle prestado para salir adelante con la falta de pago en la dependencia donde labora y aseguró que el titular del IEEA señaló que la responsabilidad es de la Secretaría de Finanzas, donde despacha Enrique Arnaud Viñas, a quien por cierto también ponen de pretexto en el IMO, ante la falta de pago a las trabajadoras de un programa especial, que por cierto dudan en quejarse públicamente por el temor de que serán despedidas de inmediato.
Bueno, el caso es que en el IEEA, bajo la amenaza de lluvia, están estas mujeres y hombres, trabajadores que llaman “figuras solidarias” y vaya que han sido solidarios y solidarias, es increíble, ellos han realmente contribuido a que más y más personas mayores de 15 años terminen sus estudios de primaria y secundaria y han enseñado a leer, escribir, matemáticas básicas a otras miles de personas en los últimos tres años, según las cifras que la institución presume, y todo este tiempo lo han hecho a pesar de la falta de pago oportuno y regular. Un retroceso a los tiempos de Don Porfirio.
A mi me parece de muy poca vergüenza la actitud del funcionariato, sea el secretario de Finanzas o el director del IEEA, lo cierto es que es simplemente vergonzoso no pagar a quien ya hizo su trabajo y mejor aún cumplió y superó las metas que les han sido señaladas.
¿Por qué Gabino Cué no se echará una vueltecita por el mundo real y deja un poco su actitud de príncipe como se dicen en voz alta de él en Oaxaca? Tal vez si pone los pies sobre la tierra podrá darse cuenta que le está quedando a deber mucho a la gente y que tiene poco más de tres años para enderezar el barco y que eso requiere tomar decisiones verdaderas, aún a costa de sus amistades.
¿De verdad tendrán una idea para qué alcanza el sueldo de cuatro mil o cinco mil pesos mensuales que les dan a sus colaboradoras “solidarias” y la irrisoria cantidad de 800 pesos que les redujeron a partir de marzo a 500 pesos por concepto de viáticos cada mes?
Y otra cosa, por qué si están con el agua hasta el cuello siguen contratando gente cada dos o tres meses. ¿Tendrá Gabino Cué ojos para Oaxaca, más allá del conflicto magisterial?
No, por supuesto que no tienen ninguna idea de lo que es ganar cinco mil pesos mensuales. Tan solo podemos decir que la primera dama de Oaxaca se gasta siete mil pesos quincenales en el salón de belleza, mientras que los costosos trajes del gobernador deben valer mucho más que un sueldo de los y las trabajadoras solidarias del IEEA o tal vez la camioneta del titular de esa dependencia debe valer el sueldo de varios años de trabajo de uno de ellos.
En qué se podrán transportar, en dónde podrán dormir y qué podrán comer las trabajadoras del IEEA en las comunidades con 500 pesos. Bueno eso apenas les alcanza a algunos funcionarios para comprar la mitad de las botellas de vino que comúnmente consumen, sin menoscabo de vergüenza.
Si en el IEEA las cosas están así, en el IMO no cantan mal las rancheras -a propósito de las fiestas patrias-. Después de meses le pagaron “una parte” a 30 trabajadora de uno programa especial y la misma cantaleta: la culpa es de la Secretaría de Finanzas, ahí es donde se jinetean la lana. Acaso no es el IMO la institución donde deberían ser más solidarias con las mujeres.
Y a propósito del acuerdo que recién firmó Gabino Cué, en el que gastaron varios cientos de miles de pesos para traer a tantas y tan importantes invitadas, el no pago es violencia institucional y en Oaxaca se está afectando con esto a más mujeres que a hombres. Por eso decimos que era nada más pura parafernalia.
Por encargo y al margen: habitantes de Xoxocotlán, Cuilapan y Zaachila me pidieron muy atentamente que por favor alguien escuche sus súplicas y que arreglen y bien la avenida que lleva a Xoxocotlán y que los demás municipios deben atravesar, entre periférico y la avenida Guadalupe Hinojosa, que hoy por hoy podría servir para una escena de guerra. Me dijeron que si a los diputados que todos los días atraviesan ese tramo no les importa ni les preocupa, que a ellos sí, porque además de dañar su patrimonio para quienes tienen vehículo, para los que se trasladan en camión lo que se les está dañando es la columna vertebral.
Y mientras eso sucede en Xoxocolán en la colonia América Sur, donde los habitantes pavimentaron con cemento hace algunos años y donde los daños no son tan graves, hoy están recubriendo el pavimento hidráulico con chapopote ¿para cuanto tiempo les gusta este daño? Más aún en la calle de Perú donde de manera natural baja el agua del río Tecolote. Bien dice mi abuelita Lucha ¿En qué universidad habrán estudiado estos ingenieros?
@jarquinedgar