EXPRESIONES.- Pareciera que va a pesar como maldición la campaña del edil de la Ciudad de Oaxaca, Javier Villacaña, con respecto a que “cosas buenas” empiezan a pasar en la capital del Estado.
Todos sabemos que la Alameda central y el Zócalo son la caja de resonancia de todos los dilemas sociales que asolan a la entidad.
Ahí se han posicionado los maestros de la Sección 22, la APPO, los triquis y cuanta organización social se le ocurra o lidercillo que junte a 20 gentes para manifestarse.
Además, nuestro centro histórico está plagado de un montón de ambulantes comandados por corruptos líderes como Hugo Jarquín, Adán Mejía, Gabriela Jiménez o Vicente Manzo, que presionan, chantajean y obtienen prebendas políticas.
Se ha formado una verdadera cloaca de organizaciones que se erigen como “dueños” del piso del centro de la ciudad, la cual ahora “defienden” hasta a balazos, ante la incompetencia y solapamiento de las autoridades municipales y estatales.
Una de las promesas de campaña del actual Edil de la capital del Estado fue precisamente entrarle de lleno a ordenar el ambulantaje en el primer cuadro de la capital oaxaqueña. Llevamos seis meses de mandato municipal, ¿Qué se ha hecho al respecto?
Se hizo un primer intento con la visita de asambleístas internacionales que deciden sobre considerar o no a ciudades patrimonio de la humanidad, empero, eso fue sólo “flor de unos días” y el centro histórico sigue plagado de puestos ambulantes sujetos a intereses políticos de organizaciones afiliadas a partidos políticos y a organizaciones sociales.
La semana pasada se llevó a cabo una balacera por un pleito de intereses de estas organizaciones que se pelean el Zócalo y la Alameda central como si fueran de su propiedad.
¿Tendrá las agallas suficientes el municipio para meterlos al orden? ¿Apoyará el Gobierno del Estado al Presidente municipal en su intento?
Son las preguntas que la ciudadanía se hace y que espera sean respondidas en lo inmediato.
No más promesas inocuas porque ya es imposible considerar a la capital del Estado como una ciudad donde se pueda vivir tranquilamente porque impera el desorden y la inseguridad.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, lunes 16 de junio de 2014
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