EXPRESIONES.- Es inconcebible que en plena época democrática del país, cuando la partidocracia se da golpes de pecho con la transparencia, el diálogo y el apego a las necesidades de las mayorías, le den preponderancia a la negociación de la legalidad, en lugar de sujetarse a un pleno estado de derecho, donde la igualdad de derechos y obligaciones es para todos y no sólo para minorías que a través del chantaje y la presión política se pasan leyes, derechos y reformas por el “arco del triunfo”, por el simple hecho de utilizar su arma de movilización y violencia urbana para desestabilizar política y socialmente.
Ahora resulta que la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Procuraduría General de la República (PGR) utilizan como “moneda de cambio” más de dos mil órdenes de aprehensión que no han sido ejecutadas contra maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y en especial de la oprobiosa Sección 22 del Magisterio oaxaqueño.
Esto es un trascendido, pero no por ello deja de ser verdad, luego de que tanto la Segob como la S-22 siguen distendiendo el dilema magisterial ante lo irrevocable de la reforma educativa que afecta el predominio sindical de la Sección 22 en Oaxaca.
¿Por qué negociar con la ley señor Osorio Chong? ¿Por qué hacer que los oaxaqueños sigamos pagando el costo de sus debilidades y contubernios políticos, si ya llevamos más de 30 años pagando las consecuencias de la mafia sindical de la Sección 22 y que repercute en generaciones de más de un millón 300 mil educandos oaxaqueños?
Se aprovechan de que nuestro pueblo no es rebelde ni violento, salvo cuando le llenan el buche de piedritas, empero, ¿es que están esperando que la sociedad oaxaqueña salga a las calles a “cazar” maestros o a formar grupos de “autodefensa” para enfrentarlos?
Peligroso el “jueguito político” que se trae la Segob con la CNTE, pero más que ello es oprobioso que jueguen con la ley y la inteligencia de miles de oaxaqueños.
Oaxaca no es campo de entrenamiento político ni reserva de indígenas ignorantes. Por si no lo recuerdan, entre dos oaxaqueños se ha gobernado medio siglo este país, dándole a México historia, renombre internacional y progreso.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, martes 8 de julio de 2014
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