EXPRESIONES.- La palabra armonización viene de armonía, de estar de acuerdo, de emprender todos juntos el mismo camino, una ruta de mutua conveniencia, en fin, nada que ver con la armonización de la reforma educativa ya aprobada para todo el país, con la “nueva Ley estatal de educación pública”, que según el gobernador Gabino Cué, “lograron hacer” tanto su gobierno, como el Congreso del Estado y la Sección 22 de la CNTE.
Es resultado del dialogo, dice Cué Monteagudo, de construir consensos, de apostarle a la gobernabilidad.
Palabras de un gobernante que dice no ser rehén de la CNTE, pero que siempre abona para no contradecirla, aún a sabiendas de que el pueblo de Oaxaca, siendo mayoría, sabe que la supuesta Ley estatal de educación pública, que recién presentó la Sección 22 en palacio de gobierno, fue elaborada y coordinada exclusivamente por los maestros oaxaqueños; el Gobierno del Estado lo financió, pero el Congreso estatal nunca participó; tan no lo hizo que de su seno emanaron otras tres propuestas de ley educativa que a jalones y estirones lograron elaborar, a pesar de las presiones magisteriales.
¿Dónde está la armonía, señor Gobernador?
Si Gabino Cué le apuesta a la gobernabilidad; o sea, a la negociación con las fuerzas políticas estatales, quiere decir que la Sección 22 es la más influyente de todas las organizaciones y que su voluntad es ley para un gobierno que prefiere negociar que aplicar la ley.
Gabino Cué está casado en el compromiso con la Sección 22 de la CNTE y nadie lo convence de no hacerlo, ¿hasta cuándo?…. Hasta que el Gobierno federal haga valer su autoridad y decida acabar con el poder fáctico de la Sección 22 en Oaxaca.
El tiempo se acaba. La paciencia también y cada vez estamos más cerca de apreciar la debacle de un sindicato magisterial que llegó a su nivel de incompetencia por corromper su movimiento.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, miércoles 13 de agosto de 2014
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