EXPRESIONES.- Mantener tranquilas y contentas a las casi mil organizaciones sociales que un día sí y otro también chantajean y presionan al gobierno estatal, entre ellas la irredenta Sección 22 de la CNTE, cuesta un dineral no sólo en efectivo, sino en obras que siguen paradas por falta de presupuesto y liquidez al utilizar el Gobierno del Estado los recursos para solventar sus “prioridades” políticas o no utilizarlos en tiempo y forma.

La gobernabilidad que tanto aprecia el gobierno de Gabino Cué Monteagudo resulta más que onerosa, ya que es un insulto a nuestra pobreza y posibilidades de desarrollo.

Y en el colmo del descaro, el gobierno estatal asume costos que no le corresponden, como es pagar las indemnizaciones por las tropelías que realizan los maestros de la Sección 22 en contra de empresarios, como los dueños de gasolineras recién agredidos.

Todo con el fin de que los ladrones del Magisterio no sean demandados, como debiera ser.

Eso de que la Sección 22 de la CNTE asume su responsabilidad en los hechos es un vil cuento, una burla, porque todo lo paga el gobierno con el erario público, perpetrándose un doble robo, el de los maestros y el del gobierno a las arcas del pueblo.

Si Gabino Cué pagara de su bolsa o de la bolsa de los cientos de zánganos de su gabinete, sería lo justo, pero no es así y la sociedad oaxaqueña sigue apechugando costos que no le corresponden.

Y todavía el gobierno estatal declara que prefiere mantener la gobernabilidad que crear un conflicto de grandes magnitudes, ¡qué fácil!, con el dinero de los oaxaqueños.

Seguir empecinados en sostener la gobernabilidad es un insulto a la inteligencia de millones de oaxaqueños que todos los días se soban el lomo para pagar impuestos que se despilfarran en zánganos sociales, como los maestros de la Sección 22, como los ineptos funcionarios que forman parte de un gobierno que no gobierna.

Oaxaca de Juárez, Oaxaca, lunes 18 de agosto de 2014

rampuga@prodigy.net.mx
confusiopuga@hotmail.com