MUJERES Y POLÍTICA.- Alejandra García Morlan, diputada plurinominal del PAN, quien llegó a la LXII Legislatura local luego de pelear su lugar y sus derechos ciudadanos ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, parece ser la única diputada decidida a poner el punto sobre las íes en el Congreso, al llevar la discusión sobre los recientes acontecimientos que habían pasado en silencio entre los otros 41 legisladores y legisladoras.
La diputada panista no solo levantó de sus asientos a algunos diputados y diputadas, tras su intervención el martes 22 de agosto en la sesión celebrada en el edificio de San Raymundo Jalpan, sino que dejó claro que quienes cobran en el Congreso local tienen atole en las venas y mucho temor.
Doña Alejandra, por cierto una de las voces del Legislativo más jóvenes, pero sobre todo que han demostrado capacidad y la decisión para cuestionar lo que la mayoría hace siguiendo “instrucciones precisas”, subió a la tribuna rompiendo, según dijo ella, su promesa de no hablar aquella tarde en la pretensión de ser “prudentes para no complicar más las cosas en nuestro estado y coincido; sin embargo, la prudencia no es sinónimo de silencio”.
Así de clarita o claridosa es esta joven política con militancia en el Partido Acción Nacional desde que tenía 16 años y que pone el ejemplo sobre lo que una mujer o un hombre político tienen que hacer para que este país cambie verdaderamente, porque una cosa es estar convencido y otra cosa es ser borrego y es precisamente de las políticas y políticos borregos los que han llevado a este país al precipicio en muchas ocasiones.
García Morlan no regañó ni recriminó a sus compañeros y compañeras diputadas, lo que hizo fue hacer un saco para que se lo pusieran quienes caminan desnudos, como en el cuento “El nuevo traje de Emperador” de Hans Christian Andersen, auto-engañados para no contradecir a su rey Gabino Cué Monteagudo. Pero Alejandra García Morlan contrario a lo que hace la mayoría no se engaña a sí misma y pone los puntos sobre las íes, cuando afirma que es “preocupante el gran silencio e indiferencia de muchos de los hoy presentes frente a los hechos de rapiña de la semana pasada… si robaron, no robaron, si fue un mero montaje, no lo sé, pero sí sé que la ciudanía quedó en medio, expuesta, y hoy con justa razón molesta por no haber aplicado la ley. Ley que de ninguna manera puede ser selectiva”.
Luego llamó a todas las fracciones, no dejó fuera a ninguna, “aliados, y no aliados: PAN, PRI, PRD, PT, PUP, PANAL, PSD, todos y todas tenemos un compromiso con quienes confiaron en nosotros… que no se nos olvide”, recordó a los que se han olvidado que deben responder a quiénes los eligieron y no a quién dispuso que serían los diputados.
Es digno de análisis lo dicho por García Morlan a cuenta de los posibles peligros que observa en la aprobación de la iniciativa de Ley Educativa enviada por el Ejecutivo local. Su posición es valiente y no ingenua como asegura la “experimentada” diputada Juanita Cruz Cruz que sí es buena para responder a sus patrocinadores, a diferencia de Alejandra García Morlan.
Y esa es la diferencia entre García Morlan y el resto de quienes integran el Legislativo local, ella llegó gracia a su lucha y no a la desgracia del designio de un dedo o de un grupo.
Pero no es solo eso, hay en esta joven la capacidad de mirar lo que sucede en Oaxaca, observa y está consciente del descontento ciudadano con la actuación del magisterio, puede aquilatar las consecuencias que tiene para la bancada del PAN actuar de manera distinta a como lo hicieron en el ámbito federal y también tiene posibilidades de mirar la equivocación en la que legalmente caería la Legislatura, ve incluso la avanzada de una controversia constitucional que dejará muy mal parado al gobierno oaxaqueño que encabeza Gabino Cué, quien está visto no puede ver su desnudez.
Una posición diferente razonada, analizada, lo que hace falta en este país, lo que sistemáticamente nos han negado las y los diputados tanto en el contexto federal como estatal.
No se trata como podría parecer una posición cercana al PRI, nada más lejos de la realidad y lo expongo porque conozco a Alejandra García Morlan, no traiciona sus principios, no traiciona sus ideales, algo que ya no es común en el ámbito político, por eso llamó a emplear esa facultad legal de incidir en hacer gobierno, algo que al Legislativo se le olvida, son gobierno y como hemos visto se vuelven comparsa, responden a intereses incluso personales.
El planteamiento de García Morlan no debe echarse en saco roto o no debería y aunque pareciera una frase muy común, aún no se alcanza a comprender el peso que tiene la educación en el presente y en el futuro de un Estado, responsabilidad que hoy está en manos de los legisladores y legisladoras oaxaqueñas.
Su intervención levantó los ánimos. Incluyendo de la bandada priista que no sabemos si tienen miedo, son ignorantes o flojos para establecer y emprender el verdadero debate sobre el tema educativo que sigue discutiéndose en la cancha equivocada: la cancha de la politiquería a lo que sumamos el vandalismo –que no portestas- de una importante mayoría de maestros y maestras que son forzadas a protestar, a pasarla mal bajo el sol y el agua, o a arriesgar el pellejo cada vez que las cosas se ponen color de hormiga, son –ni duda tengo- carne de cañón y pro-víctimas.
CONTRA EL MARGEN
En el primer año de gobierno de Cué la gente decía: “El PRI sigue obstaculizando el gobierno de Cué”. En el segundo año: “hay que dejarlo gobernar no adelantemos hechos, seguro que saldrá adelante”. Para el tercer año: “quién sabe qué está pasando, estamos frente a una pérdida de la esperanza”. Casi estamos por llegar al cuarto año de gobierno y la posición general es de descontento total, la gente expresa, en conversaciones, en foros y hasta en conferencias de prensa –de forma individual o como idea colectiva- que hay decepción del gobierno del cambio, lo que incluye a sus amigos cercanos que no gobiernan con él.
Por otro lado, no deja de rondar el fantasma de algunos ex gobernadores sobre los escenarios de violencia de las últimas semanas, lo que incluye los actos provocados por el magisterio: toma de carreteras, bloqueo de calles y avenidas, instituciones y otros espacios públicos. Me refiero a la idea, real o ficticia que pulula: detrás de todo esto están: José Murat y Ulises Ruiz. Además de una campaña que ha sembrado la idea de que el actual mandatario se tiene que ir.
Bien dicen si la mula no era arisca la hicieron y se cree realmente que lo que ha imperado es la prudencia de al menos una buena parte de la sociedad que no quiere reeditar un 2006, como señalaron en una conferencia e prensa luego de una firma con la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, donde por cierto siete cámara empresariales reconocieron el trabajo realizado por la delegada Bárbara García Chávez.
Los empresarios dijeron que aún cuando no están del todo contentos seguirán apoyando al gobernador Cué, antes de perder sus “inversiones” y dejar en la calle a quienes pagan los platos rotos en estas historias: los empleados de comercios, restaurantes, hoteles y tiendas, los empleadores de Oaxaca.
Finalmente concretaron la idea de conformar un gran pacto por la calidad de la educación y también por Oaxaca…lo que no queda claro es cómo van a hacer para que los maestros acepten su intervención y dejen de escribir cajón con “g”.
JUSTICIA PARA GAMALIEL
El miércoles 27 de agosto será la última audiencia que se realice en el juicio contra el asesino de Gamaliel, un niño de seis años torturado, violado, apuñalado nueve veces y tirado en un barranco por Julio César Martínez Ruiz, cuya familia ha utilizado dinero, poder e influencias, ha presentado pruebas falsas en el afán de reducir la sentencia o evitar que siga en la cárcel.
La madre de Gamaliel Vicenta García López, originaria de San Mateo Piñas, lugar en donde se desarrolló tan lamentable crimen pide justicia para su pequeño y pese a las amenazas de muerte que le ha enviado la familia del presunto asesino de su hijo, ella no cejará. Este miércoles cita a quienes la quieran apoyar en el mercado zonal Las Flores (frente a las Canteras de Ixcotel) para de ahí hacer una marcha hacia el juzgado tercero de lo penal.
No se trata de presionar a la jueza, pero sí de buscar justicia para Gamaliel quien no tuvo ninguna oportunidad frente a su victimario. Han sido tres años dos meses de una larga espera para Vicenta que afirma estar muerta en vida desde que la violencia de Julio César Martínez Ruiz, le arrebató a su único hijo.
@jarquinedgar