SANTA CRUZ XOXOCOTLÁN, Oaxaca., noviembre 10.- Una vida de tortura, abandono, falta de cariño, de sufrimiento físico, mental y espiritual, fueron las causas por el que el hijo de Porfirio, mejor conocido como el “Pilo”, de 14 años de edad, decidiera quitarse la vida al atar una soga a su cuello y la otra parte a un árbol; el menor aún con vida pero con muerte cerebral, fue rescatado e internado en el Hospital de Especialidades donde al paso de 15 días dejó de existir, informaron testigos del calvario que vivió el niño.

Los informantes relataron que el menor fue abandonado cuando tenía dos años de edad. La madre del menor lo dejó porque se percató que su hermana Verónica era la amante de su esposo, misma quien tomó el papel de madrastra, pero junto al padre del menor, en lugar de darle muestras de amor y protección al pequeño, mejor lo maltrataron física y mentalmente durante 12 años hasta que el niño tomara la fatal decisión.

Los informantes dijeron que el día del intento de suicidio, su medio hermano se percató del intento y pidió auxilio para que una vecina acudiera en su auxilio y lograra bajarlo quitarle la soga del cuello, pero que el niño ya había cambiado de color, tenía la lengua por fuera y ante la falta de oxígeno al parecer ya había tenido muerte cerebral.

“En vehículo particular trasladaron al menor al Hospital de Especialidades ubicado en San Bartolo Coyotepec en donde alrededor de hace 15 días dejó de existir”, indicaron.

Señalaron que una de las probables causas que indicaron al menor para atentar en contra de su propia vida fue que ese día la madrastra no le dio permiso para ir con sus compañeros de escuela a las ruinas de Monte Albán.

“Como era el sirviente de la casa y les hacía de comer a sus medios hermanos su “tía” no lo dejó ir a Monte Albán porque tenía que ir a una cita y lo amenazó con decirle a su papá que él se había robado un celular que había perdido si desobedecía a sus órdenes y ante el temor de ser reprendido nuevamente y cansado de los muchos años de amala vida el menor optó por quitarse la vida”, afirmó uno de los entrevistados.

Dijeron que la madre adoptiva y el papá del menor ahora actúan como si nada hubiera pasado luego que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no ha hecho nada por aclarar dicho homicidio y fincarles responsabilidades de los hechos ocurridos el mes de octubre pasado.

Donde vivió el menor (Privada de Insurgentes sin número en el Barrio del Rosario, en Santa Cruz Xoxocotlán), solo se ve colgado en la puerta un moño blanco descolorido al igual que en la Escuela Primaria “Vicente Guerrero”, donde cursaba el sexto año, también en Xoxo, todavía está un moño blanco en señal de luto pero que se pierde ante los muchos anuncios con papel del mismo color colocados en su costado.

Mencionaron que piden la intervención del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ya sea estatal o del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, para prevenir que otros cuatro niños (de 4, 6, 8 y 10 años de edad), vivan el mismo calvario luego que la madrastra del occiso infante los deja abandonados para irse a lugares no muy recomendables en tanto que el padre trabaja en la albañilería.