EXPRESIONES.- Se sentaría un gran precedente en la historia de Oaxaca si lo que afirma el diputado local priista Adolfo Toledo Infanzón llega a cristalizarse sin turbios amañamientos ni componendas políticas.
El endeudamiento que el gobernador Gabino Cué Monteagudo ha solicitado a través de la Secretaría de Finanzas por la cantidad de 2 mil 500 millones de pesos para solventar un déficit por el pago de prestaciones a maestros, es la punta de un iceberg de corrupción en aras de alimentar a un sindicato que lejos de pugnar por una educación de calidad, se ha dedicado literalmente a robar al erario de Oaxaca.
Un crimen de lesa humanidad que ningún organismo social, político o defensor de los derechos humanos se atreve a descubrir, porque también forma parte de un sistema corrupto que sigue vejando a millones de niños y niñas oaxaqueños sumergidos en la ignorancia y en un pésimo sistema educativo que sólo favorece a las insaciables huestes de la Sección 22.
El presidente de la Comisión Permanente de Vigilancia de la Auditoría Superior del Estado en el Congreso estatal, Adolfo Toledo Infanzón, anunció que “antes de autorizar un endeudamiento al Gobierno de Oaxaca para resolver el déficit en el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica (FAEB), van a revisar el uso que le dieron al dinero”.
Y así debe de ser, porque son más de 4 mil 375 millones de pesos que el IEEPO y la Sección 22 del SNTE han esquilmado en plazas fantasmas y en rubros fuera del interés educativo del Estado.
Esperemos que los señores diputados no sólo utilicen el argumento para presionar al gobierno de Cué Monteagudo y todo prosiga a través de un acuerdo que beneficie a unos cuantos y no a la mejora del sector educativo.
Se tiene que revisar con responsabilidad el uso de tales emolumentos y fincar responsabilidades, sin componendas ni argucias políticas, porque la entidad ya no está para más ultrajes en contra de la educación.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, jueves 19 de marzo de 2015