CRÓNICAS DE LA ÍNSULA
Ya sólo falta el candidato de la coalición de partidos de “izquierda” y “derecha” para saber exactamente contra quién va el virtual candidato del PRI, el hijo del ex gobernador José Nelson Murat Casab: Alejandro Murat Hinojosa.
Pero como todo parece amarrado para facilitar el regreso del PRI al gobierno de Oaxaca desde el patético gobierno de Gabino Cué, todo indica que las elecciones serán de mero trámite.
Aún falta la formalidad del candidato de la mencionada coalición, pero medio mundo sabe y dice que va el reciente ex priista y ex diputado federal, José Antonio Estefan Garfias.
Cué por entregar el poder al PRI
Si es cierto lo que dice Benjamín Robles Montoya, también precandidato de esa coalición, que se está propiciando desde el poder estatal la entrega del gobierno al PRI, él no cuadra en ese proceso.
No sólo porque Estefan es parte de la élite que gobernó con Diódoro Carrasco y con Gabino Cué, sino porque Benjamín Robles, como también él ha dicho, está vetado por Gabino ante el PRD estatal y nacional.
En esta dinámica, como ya vimos en el PRI para su candidato en Oaxaca, los partidos deciden a su entero arbitrio, sin considerar ya no digamos a la población, ni siquiera a sus militantes.
Militantes que se alinean generalmente a esas decisiones, y ante una población sin cultura política, prácticamente sin ciudadanía, los partidos parten y se reparten a placer.
La mencionada coalición va ahora sin Movimiento Ciudadano, lo que fue Convergencia y que formara parte de la anterior coalición que llevó a Cué al poder.
No sólo carecen de ese pequeño porcentaje, tampoco tienen el casi 14 por ciento de la votación reciente en Oaxaca de MORENA, partido de López Obrador que quizá con la campaña que éste ya realiza en la entidad hasta incremente ese porcentaje.
Es cierto que Salomón Jara es mal candidato (¿digan qué buen candidato hay?), pero aparte de los cientos de campesinos y agricultores a quienes defraudó ¿quién más que el llamado círculo rojo conoce a este ex funcionario de Gabino Cué?
Claro, el caso Salomón se magnifica al ser prohombre de quien se reclama limpio y honrado, la dizque “esperanza de México”: López Obrador.
Los votos que se lleve Salomón son votos perdidos por la coalición, de manera que quiera o no el Peje estará trabajando para el PRI.
Como dijo José Murat hace unos años, aludiendo a elecciones en otro estado donde el PRI tenía casi seguro el triunfo: “Hasta con una vaca ganamos”. Eso mismo se puede decir ahora en Oaxaca.
Es imposible pensar que un padre cualquiera no ayude a un hijo en semejante lance, menos cuando se tienen todas las posibilidades, cuando, como José Murat hay quien le debe favores, posiciones o temores. Estamos ante algo más que un deja vu, que significa en el sentido estricto del francés “ya visto”.
La historia se repite
Un Murat más joven frente al mismo Estefan Garfias (veterano) apoyado por el mismo ex gobernador Diódoro Carrasco, aunque hoy desde Puebla.
El Murat diciendo lo mismo que su padre hace 12 años: “Quien ya bailó, que se siente”, claro excepto yo y los de mi familia, se podría agregar.
Y en ese deja vu pronto veremos a antiguos ex funcionarios que incluso ya se anotaron en un esbozo de gabinete que circuló. Y a otros que arribarán del Estado de México, seguramente.
De un amplio abanico de aspirantes, quitando a un par de plano sin prestigio como Martín Vásquez Villanueva y Samuel Gurrión Matías, y al otro emisario de otro ex gobernador, Eviel “Tiburón” Pérez, tenía el PRI nacional tela de dónde cortar.
Pero como seguramente también piensan que con cualquiera ganan va el amigo, el junior, el miembro de la corte presidencial; total, Oaxaca aguanta.
Ahora, Alejandro Murat, nacido y avecindado en el Estado de México, sólo tiene que remontar la exigencia constitucional de los cinco años de vecindad en el estado de donde se postule candidato a gobernador para tener todo listo, claro en caso de que algún partido lo impugne. Y vamos de regreso otra vez.