OAXACA, OAX., diciembre 04.- Ante el cambio de administración del Gobierno del Estado, el arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, señaló que la inseguridad, la corrupción, la impunidad, la pobreza y la educación son los temas a atender.
En su acostumbrada conferencia de prensa de los domingos, el Jefe de la Iglesia Católica en Oaxaca reconoció que al inicio de la nueva administración pública se mezclan temores y esperanzas en el ánimo de las y los oaxaqueños, por consiguiente, sólo los cambios que mejoren realmente la vida de las personas ayudarán a superar el creciente descontento social.
En ese sentido, el Prelado señaló: “Yo esperaría que las nuevas autoridades abonen a avanzar en la auténtica democracia, pues la sociedad quiere ser escuchada y experimentar cambios de fondo; para ello, es necesaria la participación efectiva de ciudadanos capacitados”, subrayó.
Y es que en Oaxaca se viven graves problemas sociales, entre los que destacan la inseguridad por la violencia creciente y que se ve reflejado en los asaltos, las extorsiones, las desapariciones, los secuestros, los asesinatos, todo ello conocido por las autoridades, lo cual inyecta miedo y desconfianza entre las personas y hacía las instituciones, manifestó el Arzobispo.
Asimismo, señaló que la falta de un estado de derecho permite que la ley del más fuerte se imponga sobre los demás, alimentando así la corrupción e impunidad, por lo cual la bondad de la política se desprestigia al ver que muchos que ocupan un puesto público lo aprovechan para su beneficio personal, aunado a la mala administración de los recursos públicos.
Sin embargo, indicó que lo que más necesitan los pueblos de Oaxaca es la generación de empleos que permitan la superación personal, familiar y social con salarios dignos, para evitar la migración, un rostro más de la pobreza e injusticia social, situación que ha provocado que los jóvenes vean en la droga y el narcotráfico el camino fácil para conseguir recursos.
Ante ello, Chávez Botello puntualizó que una educación deficiente perjudica gravemente a toda la sociedad, pues la hunde fácilmente en la manipulación, en la pobreza y la falta de libertad; por lo tanto, “es criminal lucrar política, económica o socialmente con la ignorancia”.
Finalmente, el arzobispo José Luis Chávez Botello confió en que las nuevas autoridades impulsen lo que más necesita Oaxaca, por lo que los llamó a no tener miedo de servir con honestidad, generosidad y eficacia, pues es lo que piden y necesitan las y los oaxaqueños.