CRÓNICAS DE LA ÍNSULA
No es ninguna sorpresa que, fiel a su viejo estilo echeverrista, el muratismo redivivo en Oaxaca esté devolviendo todo a la Sección 22 del SNTE. Sus dizque conquistas en décadas de lo que ellos llaman “de lucha”. Otros le llaman “presión o chantaje”, lo que es más exacto, pues las reivindicaciones se obtienen a cambio de un buen trabajo, lo cual no es el caso acá, donde el magisterio cada vez ofrece peor servicio. Esto lo prueba el rezago educativo de Oaxaca, con los más bajos indicadores académicos del país.
Pero en vez de buscar soluciones a este principal problema, se premia a los responsables directos del mayor daño que se le puede hacer a un pueblo: robarle su futuro, sin buena educación estamos condenados al atraso y al fracaso. Lo que impulsa este gobierno al reforzar a quienes postran a Oaxaca.
Los nuevos-viejos gobernantes
El mensaje no deja lugar a dudas: no les importa el destino de la tierra de Juárez, ellos, los nuevos-viejos gobernantes, a lo que vienen y que el que sigue pague. Pero puede suceder que éste sea el tiempo de pago.
Se ha estirado mucho la liga, tanto en este caso como con los abusos en el nombramiento de administradores municipales que van sobre los erarios.
Hace unas semanas en la presentación del libro de humor político “Tomen su cambio” de la Revista En Marcha en Huatulco (www.revistaenmarcha.com.mx) , un antropólogo colombiano hizo una aportación para esa sección de humor del mensuario.
En Guatemala —dijo— escuché la respuesta de un ciudadano cuando le preguntaron qué gobernador había sido el peor de la historia. “El que sigue”, respondió. Respuesta que se aplica muy bien en Oaxaca.
La gran promesa de Alejandro Murat Hinojosa, de que en seis años se hablaría del “Milagro Oaxaqueño”, ya fue enterrada con la decisión de devolver todo lo que los gobiernos priistas-echeverristas regalaron a la S-22, desde Heladio Ramírez López con su famosa terrible minuta en 1992 que dio los cargos más importantes del Instituto a la gremial.
Pero quizá ese concepto de milagro se refiera más bien a que en seis años Oaxaca vivirá más de milagro. La capitulación de este gobierno ante la gremial nos recuerda al personaje de Pedro Páramo, quien al ver morir a su madre dijo que ella estaba en plan de pedirlo todo y él en concederle todo.
Lo expresado por el débil gobernador en esa inusual reunión realizada esta semana en el patio del palacio de gobierno no tiene desperdicio; dejó claro de una vez que estaba en plan de entregarle todo a la Sección 22:
Entregar todo a la S-22
“Estamos listos para abrir las mesas laboral, para atender cada una de los planteamientos que se han señalado aquí; para abrir la mesa de justicia, para ir atendiendo cada una de las demandas en relación con los presos políticos; la mesa para reincorporar la bilateralidad y acabar con esa unilateralidad que no abona a la construcción de la transformación educativa que requiere nuestro Estado”.
Aún con la expectativa de que fuera diferente este nuevo-viejo gobierno escribimos antes: “Sería grave que para ´llevar la fiesta en paz´, el nuevo gobierno intente regresar a la S-22 su coto de poder del sistema educativo, para que la burocracia se dedique a administrar lo demás (léase a saquear como siempre). En los hechos sería la aplicación de una contrarreforma educativa, que quitaría de tajo credibilidad a los discursos de mejoría para Oaxaca”.
Pues ya está. El milagro que sigue ya lo sabemos. De hecho ya inició con dos fuertes mensajes: el ingreso de ex funcionarios ligados a José Murat Casab al IEEPO, adictos a la S-22, y el nombramiento de un representante nato de esa gremial, el ex convicto Othón Nazariega Segura, como director nada menos que de la Escuela Primaria “Guadalupe Hinojosa de Murat”, en Santa María Atzompa.
Ejemplo para la niñez: destructor en las instalaciones de Pemex y ladrón de libros de texto. Esos son los presos “políticos” a quienes el gobernador Alejandro Murat Hinojosa también les dio dicho carácter.
Lo que quieran los muchachos, la cosa es llevar la fiesta en paz, cada quien con sus avances o carranceadas, y todos contentos. La educación, a quién le importa. Negocios son negocios.