CRÓNICAS DE LA ÍNSULA
Reubicar una céntrica y tradicional escuela “Presidente López Mateos”, con toda su historia en Tlacolula, para “embellecer la ciudad”, es el mal argumento que esgrimió el presidente de ese municipio de los Valles Centrales. Cómo si una escuela fuera un estorbo para el centro de una ciudad. Lo adecuado es embellecer la escuela junto con la ciudad.
Bajo ese pensamiento habría que sacar a la Escuela de Arquitectura 5 de Mayo de la Calle del mismo nombre del Centro Histórico de Oaxaca; también a la escuela primaria Basilio Rojas en la calle Guerrero; la Benito Juárez, sobre Macedonio Alcalá. Absurdo, no sólo afectaríamos a alumnos, padres y maestros que han modelado su vida en torno a su centro de estudios y trabajo, sino quitaríamos esa vida a la zona.
Cuando lo razonable no es lo que mueve una disposición oficial y hay un grupo mayoritario que se opone con las prendas de la razón y el sentido común, hay que prender los focos rojos. Estamos ante una decisión despótica de la autoridad, apoyado en su fuerza pública y comerciantes adictos.
Centro comercial por la escuela
Que puede pasar por la mente del mezcalero presidente municipal de Tlacolula, Carlos León Monterrubio, que considera estorbo a una escuela y aprovechando que se encuentra afectada en su estructura la quiere echar de ciudad, sacarla, porque eso es lo que están haciendo, botarla a la periferia. La palabra “reubicación” es un eufemismo para querer suavizar la acción violenta que pretenden.
La prepotencia de la autoridad municipal es inocultable, se pasa por el arco del triunfo las disposiciones federales. El gobierno federal tuvo la sobria decisión de rehabilitar la escuela, como debe ser, lo que se estaba realizando cuando al edil se le ocurrió “reubicarla”.
En inadmisible que se cierre un edifico escolar para construir ahí una zona comercial y un estacionamiento, un agravio a la inteligencia que la gente de Tlacolula no debe permitir. No es así como el presidente León debe pagar a la población haber llegado con el efecto López obrador y la candidatura de Morena a la presidencia municipal.
Escuela, más importante que comercio
Los corifeos del presidente culpan a padres y maestros del problema, cuando la autoridad es quien ha ejercido la violencia al clausurar y soldar la puerta de la institución. Los maestros acusan al comerciante y presidente León Monterrubio de querer sacar a la escuela por sus intereses comerciales, opinión que comparten padres de familia y ciudadanos de la municipalidad en su mayoría.
Ya hubo enfrentamiento, golpes, detenidos y lastimados, y toda la responsabilidad es de la autoridad encargada del gobierno municipal, ¿de quién más? Cuando una decisión no es apoyada por la ciudadanía hay que reconsiderar, hasta el presidente de la república lo hace.
No, de ninguna manera es más importante una plaza comercial que una escuela, es una equivocación del tamaño del mundo pensar lo contrario. Comercio es usura, educación es civilización. Alguien debe parar este absurdo.
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