+ En este inicio del ciclo escolar 2020-2021,como en el cuento “El gigante egoísta”, de Óscar Wilde, ni la primavera ni el verano, ni los niños y niñas, han llegado a las escuelas; reina el invierno, paradójicamente

OAXACA,OAX., agosto 24 de 2020.- Son las 12:50 horas y la zona de escuelas de la zona norte de la Ciudad de Oaxaca está completamente vacía y en silencio: de la primaria Beatriz Ávila García al CBTIs 26, pasando por el el Jardín de Niños Rosario Maza, el CRENO y la Secundaria Federal 1, ni un sólo infante o adolescente o joven dice presente.

Es el inicio del ciclo escolar 2020-2021 en este lunes 24 de agosto y las escuelas públicas y privadas lucen por su desolación, incluyendo el Instituto Pedagógico Profa. Margarita Aguilar Díaz, cercano a la fuente de las Ocho Regiones, que en otros tiempos tendría una actividad incesante a la hora de la salida con las mamás y los papás estacionando sus coches en cuanto lugar prohibido para subir a sus peques.

Ni una sola alma infantil grita, camina o corre con su mochila a la espalda. De hecho, sólo en el CRENO un policía de guardia hace ronda en algún patio y en el CBTIs 26 un perro le ladra a nadie.

Acaso en la primaria matutina Beatriz Ávila García un hombre alto con una adolescente se acerca a la reja cerrada y pega un anuncio donde llaman al “proceso de inscripción” del turno vespertino en el mismo plantel, pero con otro nombre: Victoriano González.

Los  alredededor de 900 mil niños y niñas que iniciaron este lunes el año lectivo con el modelo híbrido en el Estado de Oaxaca —clases en TV y con apoyo de computadora e internet impartidas por profesores de excelencia, apoyados por conductores de la televisión comercial, según informó la SEP— están en sus casas.

Como Anita y Javi, quienes iniciaron sus cursos en primero y sexto de primaria en escuela pública con todas las complicaciones y deficiencias del primer día de ciclo escolar a distancia, según cuenta su padre:

“No puedo decir que nos fue bien, pero tampoco que nos fue mal en este primer día de clases desde la casa –cuenta–: por lo menos se cubrieron todas las horas, pero hubo problemas en cuanto a los horarios de su grado: el de mi hija que entró a primero y el de mi hijo que ya va en sexto”.

Precisa: “nos dimos cuenta que coincidían los horarios, por lo que hubo la necesidad de tener dos teles, una donde viera mi hijo los temas de sexto y otra donde lo hiciera mi hija con los de primero. Entonces, de entrada, si una familia tiene dos hijos o más y los horarios coinciden, las cosas se le complicarán. Compu sí tenemos, pero nada más una y es la que yo ocupo para trabajar a distancia en estos días de contingencia por la pandemia de Covid. Entonces, ya se imaginarán las complicaciones. La verdad sí es difícil estar asistiendo a los hijos en sus clases desde la casa”.

Este padre que tiene dos hijos en educación básica añade que, además, le preocupa que “desde la escuela no les hayan dado indicaciones sobre cómo va a trabajar el profesor que les toque, pues la SEP anunció que el 24 de agosto iniciarían clases, pero muchos maestros no se pusieron en contacto, no hubo organización”.

El caos se presenta en las casas, mientras la soledad, el silencio y la inactividad se respira en la zona de escuelas de la zona norte de la Ciudad de Oaxaca, ubicada entre la Fuente de las Ocho Regiones y la Avenida México 68: sólo dos casetas contiguas al CBTIs 26 están abiertas: Refresquería y Dulcería Los Peques, que también vende artículos de papelería, pero sin que haya quién le compre, y la Cafetería Samy, desierta como la tienda de enfrente, aunque no cerrada como el establecimiento de internet y copias cercano.

Hoy todos estos son planteles sin algarabía, sin vida. En el Jardín de Niños Rosario Maza —como en todos los demás inmuebles, en realidad— ni siquiera han podado las jardineras y los árboles: todo está descuidado, con el pasto alto y seco y las hierbas crecidas.

Como en el cuento “El gigante egoísta”, de Óscar Wilde, ni la primavera ni el verano, ni los niños y niñas, han llegado a las escuelas en este inicio del ciclo escolar 2020-2021, reina el invierno, paradójicamente.