Utopía
Mientras el crédito a empresas y familias sigue a la baja, el conjunto de bancos que opera en México obtuvo entre enero y agosto de 2021 utilidades por 113 mil millones de pesos, un incremento de 39.2% en comparación con el mismo lapso de 2020, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Es, con todo y la pandemia de SARS-CoV-2 que genera la enfermedad covid-19, el segundo mayor incremento porcentual desde que se llevan a cabo estas mediciones.
Mas no todos ganaron, ocho de cada 10 pesos de las utilidades del sistema se concentraron en seis bancos: BBVA, Banorte, Citibanamex, Santander, Inbursa y Scotiabank. Citibanamex aumentó sus ganancias nada más en 114.5%.
A los ganadores de siempre los justificaba Luis Pazos, el director de la Condusef en el “sexenio del cambio”, en muchos aspectos en reversa, con el cínico “no son samaritanos”. El gran capital nunca lo fue ni lo será y el cocacolero Vicente Fox gobernó a su servicio, apoyado con entusiasmo singular por los izquierdistas del “voto útil”, impulsados por el otrora marxista Jorge Germán Castañeda.
El crecimiento de las utilidades, repito en 113 mil millones de pesos, ocurrió en el mismo lapso en que el financiamiento de la banca comercial a empresas, entidades financieras y al gobierno –los créditos comerciales– se ubicó en 5 billones 227 mil millones de pesos, una contracción de 8.5% en términos reales en comparación con agosto de 2020. Y el crédito al consumo de las familias, donde se incluye el otorgado mediante tarjetas, personales, de nómina y para la compra de automóvil, se situó en 964 mil millones de pesos, una caída de 5.5%, también en términos reales.
El mismo jueves 30, el presidente Andrés Manuel brindó datos que permiten avizorar que el Banco del Bienestar, una de las prioridades del gobierno de la “dictadura plebiscitaria” –como lo califica Enrique Krauze desde que no puede succionar las ubres del erario del que vivió durante 36 años–, apunta a convertirse en la entidad financiera con el mayor número de sucursales y la que maneje más dinero entre las instituciones de su tipo.
En 2021 se dispersarán por esas 2 mil 700 sucursales, 550 mil millones de pesos “de entrada, porque ahí podemos dispersar la nómina, el pago a los maestros, a todos los servidores públicos, que es como un billón de pesos, y por ahí podríamos también recibir remesas, todo esto quitando comisiones en beneficio de la gente”; informó López Obrador en la mañanera y durante la inauguración de tres sucursales en la Ciudad de México.
Raudo y veloz, David Páramo lo negó rotundamente con la voz muy apagada después del aneurisma cerebral que padeció el pasado 30 de abril, bajo el argumento de “que el gobierno no puede obligar a sus trabajadores a abrir cuentas en ‘su banco’”. Tonterías, está obligado a pagar a los trabajadores del Estado, dónde y cómo lo haga es un asunto gubernamental. Más que la sobre-ideologización del autodenominado “padre del análisis superior” –de lo que se ríe hasta Ciro Gómez Leyva–, sí le afectó el aneurisma en sus facultades de análisis y de expresión oral.
Con 15 mil millones de pesos de inversión por ser uno de los proyectos prioritarios y a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional, “el banco del pueblo”, como lo nombra AMLO, es ya un instrumento central para la entrega directa de los recursos correspondientes a los programas sociales tan exitosos como robustos. Y que tanto critica el partido que reeligió en una encerrona a Marko Cortés como su presidente, el señor que dirigió los moches en el PAN de la Cámara de Diputados.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.