La Ciudad y sus Personajes
A todos nos gusta deleitarnos con los platillos tan elaborados de estas temporadas, aunque no todos pensamos en quien lo cocina y sus procesos. Por ello, les comparto mi pintura “La cocinera”, que hace homenaje a estos seres a veces anónimos que son parte de esos momentos de felicidad y que compartimos para estrechar nuestros lazos con los seres queridos.
El pavo o guajolote (Meleagris gallopavo), del vocablo náhuatl huexolotl, que define al macho de esta especie, también denominado totoli. Es un ave de origen mexicano, usado desde la época prehispánica como alimento, abastecedor de plumas, mercancía, fuente de huesos para manufactura, alimento ritual o para ofrendas fúnebres.
Torres y Pérez, señala que durante el período clásico los huesos del guajolote se usaban para fabricar agujas, rematadores, pizcadores, collares, relacionados con el trabajo del algodón, cestería, cosecha del maíz, y joyería. Los españoles llevaron el pavo a Europa y no tardo en convertirse en uno de los platos favoritos de las cortes.
Andrea Moctezuma Mendoza describe el canasto de tortillas o guajolotes, también llamado Xchica canasto, Xchiatiñu canasto para la fiesta es el referente central en los rituales familiares como bautizos, casamientos, sepelios, fiestas patronales o día de muertos. El guajolote es un platillo que simboliza reciprocidad, y el sello de nuevas uniones dentro de las diversas sociedades.
La riqueza de nuestra cocina mexicana es tan variada como los matices de un paisaje al atardecer, así son las expresiones que se usan para hablar de los guajolotes en nuestra cultura. Como los guajolotes, la torta de tamal, ¡Arriba el mole de guajolote ¡dentro del movimiento estridentista, en la literatura la obra de “Macario” de Bruno Traven, en la música diversas manifestaciones.
Terminamos con el Son del Guajolote, grabado por René Villanueva en un disco en 1996 (La boda huasteca y otros sones)
Yo tengo un gallo grandote
Que canta muy de mañana
Y le dijo el guajolote
Cuidado y se cae la rama
Porque te come el coyote
Todavía tú no nacías
Cuando yo ya te soñaba
Y ya pasando los días
mi corazón preguntaba
Que dónde te encontrarías
Guajolote luego luego
Pues es comida muy buena
Pero sufre una condena
Nunca llega al año nuevo
Lo matan en Nochebuena
Información recabada del libro “Huexolotl, Pasado, presente en México”, de Andrés Medina Hernández, et al.
Rodrigo Aridjis
Nace en Contepec, Michoacán, en el seno de una familia ligada a las artes. Desde muy pequeño su madre, maestra y paisajista reconocida en su medio, lo inicia en el gusto por la pintura. Su obra se enmarca en la tendencia del arte figurativo. Sin embargo, no puede delimitarse en escuela o corriente alguna, ya que sus pinturas se orientan por la realidad, pero no la plasman.
Colaborador desde el 13 de diciembre de 2021.