La ciudad y sus personajes
Estimado lector, te comparto mi obra “La tejedora de sueños”. Esta obra está creada en la técnica del pastel y busca representar el trabajo de los artesanos de Tenango de Doria, en el Estado de Hidalgo, donde se representan seres mitológicos que se desprenden de la cosmovisión Otomí.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró en el 2003 a la artesanía como la manifestación tangible del patrimonio cultural inmaterial de las naciones, donde la cosmovisión de los pueblos originarios se expresa a través de estos productos hechos generalmente a mano.
La artesanía mexicana es reconocida en el mundo por sus creaciones sumamente bellas y originales, pero no siempre ha sido valorada por su tiempo de elaboración y el grado de complejidad ocupada en su realización. Inclusive derivado de este desconocimiento, algunas grandes marcas de moda se han inspirado o apropiado de estas ideas y las han querido patentar como propias.
El 19 de marzo se celebra el Día Mundial del Artesano, conmemoración que tiene como objetivo resaltar a estas personas y en particular a su trabajo creativo, para valorar las obras que de ellos emanan.
De acuerdo a un artículo escrito por Giovanna Martínez, entre 2012 y 2019 se han se han registrado 39 casos de plagio por parte de 23 marcas de moda, quienes se apropiaron de diseños de comunidades indígenas de Oaxaca, Chiapas e Hidalgo.
Por citar uno de estos casos: en noviembre del 2015, Isabel Marant, diseñadora francesa, estrenó algunas prendas inspiradas en los artesanos de Santa María Tlahuitoltepec, de la Sierra de Oaxaca. La diseñadora lucró con sus modelos reconociendo públicamente que estaban inspirados en este pueblo, pero no retribuyo a la comunidad. Lo que deja ver una brecha en la defensa de la propiedad intelectual de los pueblos originarios de nuestro país.
Me gustaría mencionar el libro de la escritora y periodista sonorense Teresa Gil “Robar el alma. Crónicas de muchos instantes”, que con gran maestría denuncia estas prácticas tan comunes de plagio de parte de los extranjeros a los pueblos originarios. La escritora nos explica que: “México sólo tiene 14 denominaciones de origen. Y en cuanto al registro de nuevas marcas de los pueblos originarios o sus colectivos los trámites burocráticos son prácticamente interminables”.
Para finalizar, la reconocida escritora nos comenta que: (los artistas descendientes de los pueblos originarios), “en su literatura, su poesía, sus diseños, pinturas y artesanías, reflejan el alma popular que se niega a ser sustraída como una simple etiqueta comercial”.
Rodrigo Aridjis
Nace en Contepec, Michoacán, en el seno de una familia ligada a las artes. Desde muy pequeño su madre, maestra y paisajista reconocida en su medio, lo inicia en el gusto por la pintura. Su obra se enmarca en la tendencia del arte figurativo. Sin embargo, no puede delimitarse en escuela o corriente alguna, ya que sus pinturas se orientan por la realidad, pero no la plasman.
Colaborador desde el 13 de diciembre de 2021.