Utopía
Primero una noticia que la dictadura mediática mexicana –nueve de cada 10 medios convencionales– no registrará e incluso las excepciones a la regla, como La Jornada, la remitieron a un lugar secundario, y esto en un país donde el hambre no es noticia predominante, pero sí debería serlo hasta por razones humanitarias y éticas que 1.4 millones de paisanos salieron de la subalimentación.
Los datos no provienen de la mañanera del presidente Andrés Manuel ni siquiera de su gobierno, sino de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y su representante en México, Lina Pohl Alfaro.
El juicio medular de Pohl Alfaro consiste en que en plena pandemia México sacó a 1.4 millones de personas de la subalimentación y mantuvo el abasto de alimentos a la población, con lo que la gravísima crisis sanitaria del SARS-CoV-2 ahora en pleno retroceso y que genera covid-19, no se convirtió en alimentaria.
Al celebrarse el Día Mundial de la Alimentación, expuso Pohl que en base al informe más reciente de la FAO sobre Seguridad Alimentaria y Nutricional, en 2018 México tenía 7.2% de su población subalimentada y para 2021 disminuyó a 6.1%, “lo cual no es una tarea fácil y ninguna de las naciones de América Latina y el Caribe lo ha logrado tan bien como este país”. Y menos lo es, agrega el redactor, con la crisis más severa que resintió, y en buena medida todavía padece, la economía mundial desde la Gran Depresión de 1929.
Para la representante de la FAO en tierras aztecas, “los trabajos extraordinarios” realizados por el gobierno de López Obrador, la Secretaría de Agricultura, el sector privado y productores, que ante la crisis global las políticas públicas y los esfuerzos llevados a cabo desde Agricultura son fundamentales para que esta crisis no se sienta. Y en buena media lo explica como resultado de “una actuación extraordinaria al no cerrar las fronteras durante la pandemia”, situación que a su juicio debe continuar y no pensar en medidas proteccionistas, porque sólo juntos, gobierno, sector privado, productores, organismos internacionales y academia, podremos salir adelante ante la crisis económica y social que se avecina y pronostica que “será peor”.
Justo el no cierre de las fronteras fue una de las decisiones gubernamentales que más apasionada y demagógicamente criticaron las tres “ideólogas” de Acción Nacional (Lilly Téllez, Kenia López y Xóchitl Gálvez) y su dirigencia, misma que le atribuyeron al subsecretario y doctor Hugo López-Gatell, así como por la electorera Alianza Federalista, integrada por 10 gobernadores provenientes del PAN, PRI, PRD, MC y un “independiente”.
Mas no existe mal que por bien no venga, y el grupo dirigente de Acción Nacional pareciera que empieza a comprender que para actuar como partido de oposición con posibilidades reales de regresar a Los Pinos, al pasado, es indispensable ser y mostrarse como partido alternativo, para lo cual es indispensable abandonar las políticas de los gritos y sombrerazos que con tanta destreza, que no es lo mismo que eficacia, realizan diariamente las tres ocurrentes y muy poco creativas señoras.
Para ello anuncian que llegó a buen término la elaboración del Modelo de Buen Gobierno del PAN y que será en la asamblea nacional del 12 y 13 de noviembre cuando lo presenten. Está integrado por 15 lineamientos generales, entre ellos, “Es cercano a las personas, sobre todo a las que menos tienen” y “Actúa con transparencia, honestidad y cero tolerancia frente a la corrupción”. Ver para creer, diría el clásico.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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