Diario Ejecutivo
Algo interesante ocurre en el mercado de hidrocarburos nacional. Petróleos Mexicanos está cada vez rompiendo más marcas históricas en muchos rubros, mientras que la iniciativa privada incumple sus pronósticos, al grado de que produce menos de la mitad de sus posibilidades.
En el caso de la paraestatal que dirige Octavio Romero Oropeza, esta semana se dio a conocer que los pozos de Quesqui están imponiendo marcas, pues han reducido sus tiempos de perforación a menos de 100 días.
El pozo Quesqui 40 es el pozo “campeón”, pues estiman el fin de su perforación en un total de 98 días, aunque hay otro que podría superar ese récord, lo que significa un tiempo sin precedentes en la historia petrolera mexicana en lo que se refiere a perforación.
Este grupo de pozos, ubicado en Tabasco, es uno de los descubrimientos más importantes de las últimas tres décadas y tiene alrededor de ocho kilómetros de profundidad, buena temperatura y mucha presión, lo cual dificulta los trabajos, pero también dimensiona los logros obtenidos, pues en pozos con más de seis kilómetros de profundidad el tiempo promedio de perforación en 2019 era de 183 días y se ha reducido a menos de la mitad.
La importancia de los tiempos de perforación radica en que la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) limitó a la paraestatal, pues los programas de perforación y terminación del pozo Quesqui prevén un total 249 días: 204 días para la perforación (del 30 de junio del 2022 al 21 de enero del 2023), y 44 días para la terminación (del 21 de enero al 6 de marzo del 2023).
El Campo Quesqui es considerado el descubrimiento más importante en los últimos 30 años en la región sur del país. Se encuentra en la asignación Mezcalapa-03 ubicadas en el estado de Tabasco dentro de la provincia petrolera de Cuencas del Sureste.
Estimaciones de la paraestatal, calculan que el yacimiento cuenta con 500 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en reservas probadas y se ubica en aguas poco profundas, en donde Petróleos Mexicanos ocupa el liderazgo mundial.
De acuerdo con Romero Oropeza, “la nueva estrategia de inversión se ha focalizado en aguas someras, donde Pemex es líder mundial, así como en cuencas terrestres del sureste del país. Con los resultados que hoy estamos entregando se demuestra el éxito del cambio de la política de exploración de Petróleos Mexicanos”.
El plan incluye la perforación de ocho pozos de desarrollo, ocho de inyección, nueve pozos de recolección y la realización de 16 terminaciones, aunque todavía requiere de la aprobación de la CNH para la etapa de extracción y producción.
Pero mientras Pemex tiene elementos para festejar por la rapidez con que se ha hecho la etapa de perforación en Quesqui, la iniciativa privada muestra descensos en la producción al grado de que estará en este año 40 por ciento debajo de lo propuesto.
De hecho, en octubre, último mes de referencia, la producción privada de petrolero descendió debido a una caída por parte de Fieldwood Energy en el Golfo de México, una empresa estadounidense asociada con Petrobal, de la familia Bailleres.
Un informe de Bloomberg, con información de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, señala que la extracción privada promedio de petróleo crudo fue de 105 mil barriles diarios, un retroceso mensual de 7.5 por ciento, equivalente a ocho mil 500 barriles diarios.
Fieldwood Energy y la Petrobal produjeron 16 mil barriles diarios en los yacimientos Ichalkil y Pokoch, 27 por ciento debajo de la cifra de septiembre, lo que significó un tropiezo que se generalizó en toda la industria petrolera privada mexicana.
La italiana Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), la anglo-argentina Hokchi Energy, Perenco y Fieldwood concentran 80 por ciento de la producción privada de un total de 109 contratos licitados durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.
De hecho, la iniciativa privada representa solo seis por ciento de la producción total de crudo del país, mientras que Petróleos Mexicanos tiene el 94 por ciento restante.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó a la iniciativa privada la posibilidad de produzca 280 mil barriles, pero solo logra poco más de 100 mil, lo que significa que está por debajo de la mitad de lo permitido.
En términos generales la iniciativa privada ha reducido su producción de crudo, mientras que Petróleos Mexicanos requiere cada vez más de los nuevos pozos para cumplir sus metas. En el tercer trimestre la paraestatal promedio mil 784 millones de barriles diarios, cifra que resulta superior a la registrada en el trimestre previo de mil 776 millones de barriles diarios.
Al respecto, un estudio de BBVA indica que los nuevos campos tendrán que producir un promedio de 478 mil barriles diarios de petróleo en el cuarto trimestre de 2022 para que Pemex alcance la nueva meta de producción anual de mil 800 millones de barriles diarios.
El problema es que los campos maduros (que fueron la base de la producción petrolera en pasados sexenios, muestran una caída de 127 mil barriles diarios en la producción, por lo que campos como el de Quesqui adquieren cada vez más importancia para compensarla.
En este contexto, los tiempos récord en los pozos tabasqueños significan una muy buena noticia.
Dice el filósofo del metro: de la chatarra a la esperanza, el tiempo nos alcanza.
Roberto Fuentes Vivar
Columnista y periodista fundador del UnoMásUno y la Jornada. Estudió Periodismo en la reconocida escuela Carlos Septién García y cursó la Licenciatura en Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Actualmente es periodista independiente, conocido como “El Filósofo del Metro”.
Colaborador desde el 6 de marzo de 2022.
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